A pesar de que el temporal de ayer estaba sobradamente previsto, no se tomaron las correspondientes medidas para que el carbón del Musel no originaran nuevas nubes negras
El fenómeno, que ya se va repitiendo en numerosas ocasiones, consiste en el arrastre de polvo de carbón procedente de los stocks almacenados en el puerto del Musel, con el que se está sustituyendo el carbón autóctono tras los cierres forzosos en la minería asturiana. El puerto no cuenta con las condiciones necesarias para su almacenamiento, lo que provoca estas espectaculares nubes de contaminación cada vez que sopla el viento, arrastrando las partículas hacia la playa y la ciudad.
Ayer las estaciones de todo Xixón mostraron un fortísimo incremento de la contaminación por partículas, llegando a alcanzarse cotas de 130 µg/m3 de Pm10 en Cimavilla y de 130 en el Lloredal, frente a los 50 µg/m establecidos como nivel de alerta por la ya muy permisiva legislación aplicada en Asturies.
Este carbón, que se almacena durante días en el puerto con destino a las térmicas asturiana y a España, procede de distintos países en los que el mineral es extraido a través de la explotación de los mineros en condiciones inhumanas, lo que explica su bajo coste. Colombia es ahora el principal exportador de carbón a través del Musel, con más de 7 millones de toneladas el pasado año, seguido de Indonesia y Rusia.
Llucía F. Marqués
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.