Rentabilizar el reciclaje, fomentar el uso de plásticos reciclados y mejorar los sistemas de recogida para evitar que lleguen al mar son los pilares del plan propuesto por la Unión Europea
La invasión de los mares por basura plástica ha llegado al extremo de poder afirmar que si no se cambia la forma de producir y consumir, en 2050 habrá más plásticos que peces en nuestros océanos. El plazo se acerca y la Comisión Europea ha decidido sentar las bases para una nueva economía sostenible del plástico en la unión, proponiendo una estrategia europea al respecto que constituye un elemento importante en el avance en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 y los propios del Acuerdo de París, permitiendo una transición hacia una economía circular y baja en carbono.
Para ello será necesario redefinir el diseño, fabricación, uso y reciclaje de los plásticos den Europa de manera que para el año 2030, todos los envases plásticos del mercado de la UE sean reciclables o reutilizables, que se reduzca el consumo de plásticos de usar y tirar, y que se restrinja la utilización deliberada de microplásticos.
Para hacer esto posible, el primer paso es la mejora de los sistemas de recogida y reciclaje de manera que sean más rentables, algo que por si solo ya podría permitir una tasa de recuperación del 40% en poco más de 20 años. Además es necesario implicar tanto a los consumidores como a las industrias en el uso de materiales reciclados, aumentando su demanda.
La rentabilidad es un aspecto importante, ya que la creación de empleo y de oportunidades de negocio son las que permitirán incentivar el uso de estos materiales. En este escenario, la Comisión ha establecido la Plataforma de Apoyo a la Financiación de la Economía Circular, en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones, con el objetivo de canalizar las inversiones y dar a conocer las oportunidades de financiación.
La estrategia contempla igualmente distintas medidas para hacer frente a la basura marina, ya que el 80% de la misma es de origen plástico, centrándose en la disminución de los productos plásticos de usar y tirar (los cambios legislativos ya han hecho disminuir notablemente la cantidad de bolsas de plástico utilizadas) y en la correcta recogida de los residuos de origen marítimo, que constituyen un 20 % del total de la basura marina.
Ignoramos cuando llegarán a Asturies las primeras medida de esta estrategia y si sus beneficios llegarán a implantarse aquí, toda vez que la UE reconoce que en nuestro país apenas se cumple un sesenta por ciento de la legislación medioambiental europea.
Llucía F. Marqués
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