Se exige el drecho de objeción de conciencia al pago de impuestos con fines militares, recortando el presupuesto de guerra y buscando un debate sobre la militarización social, cultural y económica
La Objeción Fiscal es una campaña de desobediencia civil que grupos pacifistas y antimilitaristas llevan proponiendo desde que 1982 y que miles de personas llevan a cabo cada año. En ella se invita a quienes hacen la declaración de la renta a mostrar su rechazo a mantener el gasto de preparación de las guerras y de la conservación del ejército, la policía y otros cuerpos armados, negándose a pagar a Hacienda una cantidad igual al que en proporción tiene ese destino (según los Presupuestos Generales del Estado español), y desviando ese dinero a finalidades sociales.
En esta campaña puede participar cualquiera, trabajadores, parados, estudiantes, a pagar o a devolver. Las cantidades a objetar dependen de cada uno, aunque la propuesta es la cifra resultante de dividir el gasto militar total del año entre los habitantes del estado, lo que este año equivaldría a unos 402 euros por persona.
Esta campaña es legal, no conlleva sanciones económicas y lleva décadas funcionando en otros estados, como Alemania, Holanda, Canadá, E.E.U.U, Francia, Italia, etc.
Llucía F. Marqués
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