Ensuciados por tierra, mar y aire

  • 12 junio, 2018

 

La dantesca imagen de la playa San Llorienzu regada de ratas en un mar de mierda valió para visibilizar un problema endémico: la completa desidia hacia nuestro país, por tierra, mar y aire

El año pasado no llovía. Fue un verano seco, impropio de Asturies, seguido de un otoño escaso en agua.  Las cifras de la contaminación subieron por encima, muy por encima de los límites permitidos para la salud. Nubes de polvo de carbón pintaron de luto el arenal de San LLorienzu.

No es culpa nuestro, dijeron, tiene que llover, falta agua. La culpa de tanta porquería es del clima, no llueve, tiene que llover.

Nos pusieron a todos a bailar la danza de la lluvia. Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva; y llovió: la tierra absorbió el benceno, las partículas, el óxido de nitrógeno, el dióxido de azufre, y todos contentos, como si cayendo a tierra (ergo también a los acuíferos) ya no ensuciara.

Pero que si quieres, con agua o sin ella no hay semana que no nos llegue información de un pico inadmisible en los niveles de contaminación atmosférica.

 

Ahora llueve. Mucho. Tendría sentido que en Asturies estuviéramos preparados para el agua, pero no, el agua también es un problema.

Los colectores (no solo el de Xixón) rebosan mierda, literalmente. Los roedores muertos siembran la arena, contribuyendo a un escenario (y un hedor) apocalíptico. La alcaldesa dice que no pasa nada, pero no se baña. Las carreteras se hunden, los árboles caen, nadie tuvo la previsión de preparar los terrenos incendiados el año pasado para que el agua no  marche cola tierra. Arcelor Mittal, sí, otra vez Arcelor, aprovecha la tormenta para quemar a gusto. A rio revuelto, ganancia de pescadores.

 

Cuentan que, como consecuencia del desbordamiento del rio LLongas, se inundaron los fosos y sótanos de la Acería LDA, obligando a tomar medidas de emergencia, es decir “trasegar dos cucharadas de arrabio a los vagones torpedo para evitar la solidificación”. No tengo claro lo que quiere decir eso, pero lo que si sé es que llueva, nieve o  salga el sol siempre tienen disculpa para entafarrarnos los pulmones.

 

No nos engañemos, que esta fuese muy gorda no quiere decir que no sea frecuente. Las emisiones de Arcelor, los reboses en colectores y los vertidos diversos en aguas fluviales y marítimos son continuos y la pasividad de las administraciones, criminal.

Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

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