Trabajadores de Glovo y el sindicato CSI acaban de hacer un comunicado en el que denuncian las prácticas fraudulentes de la empresa de reparto Glovo
En el comunicado, que ha sido leído delante el Campuamor, han denunciado la utilización por parte de Glovo de la figura del falso autónomo, la última estafa de la patronal, “en la que la empresa obtiene todos los beneficios, al no tener trabajadores en plantilla, y todas las ventajas de que lo sean en la práctica”. Para el trabajador esto implica la inexistencia de un convenio que marque el salario mínimo o cualquier otro derecho, como las bajas por enfermedad o maternidad, las vacaciones pagadas, entre otras cosas, dificultando además la organización de los trabajadores para exigir condiciones laborales dignas.
La campaña «Valió de falses autónomes», de la CSI, ha surgido para dar rempuesta a esta forma nueva de explotación y ya lleva algunas victorias alcanzadas.
En el caso de la reciente llegada a Asturies de Glovo, el sindicato acaba de interponer una denuncia en Inspección de Trabajo.
Glovo tiene cuatrocientas personas empleadas en plantilla y más de siete mil repartidores que, en bici, moto o coche, entregan los productos de todo tipo de establecimientos a domicilio. Los glovers no son trabajadores de la empresa sino, según su definición, ‘colaboradores’. En realidad la definición que mejor se adapta a su modelo empresarial es la de falsos autónomos, ya que ofrecen un servicio de reparto a domicilio, pero no tienen repartidores en plantilla.
Los repartidores están obligados a darse de alta en autónomos, teniendo que pagar de su salario la cuota. En cambio, trabajan para la empresa bajo su organización, control, subordinación y disciplina, siendo empresa la que organiza horarios y distribuye los repartos. Glovo facilita infraestructura necesaria para poder hacer el trabajo (por ejemplo, las mochilas de reparto con el logo distintivo) e imparte formación previa. Y son despedidos sin indemnización si incumplen los criterios de puntuación de la empresa.
“Glovo explota y precariza a todas las trabajadoras, comete una fraudulencia contra la Seguridad Social y practica competencia desleal para con otras empresas de reparto. Así es como consigue los beneficios millonarios” concluyen.
Nuria Prendes
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