La riqueza del patrimonio artístico asturiano debería estar protegida con un cuerpo de restauradores que se encargara de continuo de evitar el deterioro y arreglar los posibles desperfechos
Casos como la talla repintada de Rañadoiro o el borrado de las tallas del hórreo de El Condado saltan de vez en cuando a la prensa como barbaridades entre cómicas y alarmantes, nunca lo bastante castigadas, pero el problema de la extinción del nuestro patrimonio va mucho más allá. El abandono al que está sometido el patrimonio asturiano se hace evidente a cualquiera que visite algunos de nuestros monumentos, o sencillamente, para quien pasee por Asturies, entre hórreos cayendo, castros deshechos y castillos testigos de nuestra monarquía, desplomados. Prevenir la extinción de los bienes culturales de Asturies requiere de la participación de expertos en la materia que puedan frenar esta decadencia provocada por siglos de desidia y arreglar en la medía lo posible los daños.
Los profesionales asturianos del patrimonio insisten en la necesidad de la creación de puestos de restauración y conservación en la misma estructura administrativa de forma permanente, de manera que puedan abordase planes estratégicos de conservación preventiva, recalcando la importancia de la prevención y el control del entorno para anticipar cualquier deterioro por obra del tiempo o por mano humana. Porque de poco vale invertir medio millón de euros en arreglar una obra que se va dejar entre goteras o al alcance de animales.
En este momento no hay ni un solo restaurador en la plantilla de la administración asturiana. Como mucho, después de mucho solicitarlo, consiguen que se les convoque de vez en cuando las comisiones de Patrimonio, algo muy distinto a la consolidación de un consejo de restauradores que permitiera desarrollar un plan de conservación preventiva – con expertos en restauración de pintura, piedra, madera, escultura, tejidos…- que trabajaran adelantándose a la necesidad de una restauración.
Como muestra de la de las política seguida por las administraciones responsables del patrimonio, el servicio de Patrimoniu Cultural anunciaba ayer una convocatoria para cubrir el puesto de Jefe de parte de Conservación y Restauración en la Dirección General de Padrimoniu Cultural de la consejería de Cultura, pero en lugar de solicitar un experto en conservación y restauración, la titulación exigida para el puesto es… arquitectura…
Llucía F. Marqués
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