Los ecologistas acusan al gobierno asturiano de ceder a las presiones de los pescadores, manteniendo la normativa practicamente idéntica a la de años anteriores, mientras que estos culpan a los cormoranes del descenso de truchas y salmones en los rios

Las normas para el ejercicio de la pesca en aguas continentales asturianas durante la campaña 2019 que hoy publica el Bopa apenas difiere de la de otros años, a pesar del descenso de capturas de truchas y salmones en los principales ríos asturianos.

Para los ecologistas, las décadas de explotación masiva de nuestros rios está causando estragos en la población de estas dos especies, cuya  presencia constatada es cada día más pequeña en los ríos, rozando en algunos casos la despoblación. La pasada temporada se pesco de media poco más de la mitad de salmones que en años anteriores. Sin embargo, este año se han concedido practicamente las mismas licencias en las mismas condiciones para pescar en los ríos asturianos.

Especialmente grave es el caso de dos de nuestros rios más salmoneros, el Sella  y el Cares, donde el año pasado se pescaron un 70% menos de salmones, siendo con diferencia los cauces  en los que mas disminuyeron las capturas, un 50% menos en el Eo, un 24% menos en el Narcea, un 40% en Esva.

Dentro de las medidas que la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies reclamaba está la reducción del número de salmones por pescador en función de la cuenca, proponiendo la modalidad de pesca sin muerte como alternativa, aumentar la talla mínima de las truchas hasta 21 cm. en todos los ríos, -para que queden más truchas reproductoras-especificar la prohibición de pescar de noche y con ayuda de luces artificiales y la creación de vedados permanentes en las zonas de desove de cada río. No solo no se atendieron las alegaciones, sino que se eliminó la especificación de talla máxima del salmón, fijada el año pasado en 75 cm., con la intención de salvar a las  grandes hembras con una gran capacidad reproductora.

Las repoblaciones no parecen tampoco una buena idea a los ecologistas, ya que se incluyen especies alóctonas dañando la biodiversidad de los rios, ademá de no estar avaladas por ningún estudio científico.

Desde la CEA han declarado sentirse indignados ante la nueva (pero casi igual) normativa, afirmando que «Si no se toman medidas valientes y radicales tanto a corto plazo como de futuro, se está poniendo en peligro especies emblemáticas como el salmón; no podemos permitir que los caprichos de los políticos y el plegamiento a los intereses de ciertas asociaciones de pescadores que creyéndose propietarios del recurso entienden a las truchas y salmones, como de su exclusiva propiedad,  siguen anclados en una idea extractiva y depredadora de la pesca»

Redaición InfoAsturies

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