En España las autopistas empiezan a ser gratis, mientras en Asturies se prepara la subida de tasas e incluso se plantea cobrar por la utilización de autovias que hasta ahora eran gratis
El ministro de Fomento español, José Luis Ábalos, confirmaba en rueda de prensa el pasado viernes 9 de noviembre que la autopista AP-1 que enlaza Burgos-Armiñón, pasará a ser gratis desde el 30 del presente mes, fecha en la que vence el contrato de concesión con el grupo Itínere, pasando a ser pública como ya había anticipado el gobierno que pasaría con más autopistas de peaje.
La autopista AP-1 se convierte así en la primera en suprimir su peaje y pasar a ser pública y gratuita, pero no la será única. En Noviembre del 2019 sucederá lo mismo con la autopista AP-7 en el tramo entre Tarragona, Valencia y Alicante y con la autopista AP-4 Sevilla-Cádiz, pertenecientes al Grupo Abertis.
Otras tres autopistas de peaje, como la AP-7 (en el tramo Zaragoza-Mediterráneo), la AP-2 (Tarragona-La Jonquera) y la AP-7 (entre Montmeló y el Papiol), culminan su contratos en 2021. De seguir la actual política, se eliminarían los peajes, puesto que la disposición es la de no prorrogar contratos de concesión de autopistas a su vencimiento.
Al mismo tiempo, se deja abierta la posibilidad de implantar nuevas tasas por utilización de autovías, lo que se traduce para Asturies en una subida del peaje del Güerna y en muchas posibilidades de que se quiera hacer pagar por la utilización de la Y-griega y la Autovía minera.
La propuesta de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) es imponer un peaje general de entre 1 y 3 céntimos por kilómetro para los turismos y de entre 5 y 14 para los vehículos pesados. El viaje a Madrid costaría cerca de 9 euros más para coches y 45 más para camiones; de llegar a implantarse en todas las autovías, ir de Xixón a Uviéu costaría un euro.
Aunque inicialmente el Güerna terminaba su concesión en el año 2021, lo que permitiría la anulación del peaje en un plazo de menos de 3 años, la ampliación de la misma al 2050, siendo Francisco Álvarez-Cascos ministro de Fomento, alarga hasta los 75 años la duración del peaje que une (o separa) Asturies y la meseta. El rescate le resulta caro al estado español y el «Principado» se niega a subvencionar las tasas.
Llucía F. Marqués
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.