120 figuras de cartón han contado la historia de las 255 personas que han vivido en las calles de Xixón durante el año pasado, por carecer de uno de los drechos básicos a los que, teóricamente tiene derecho cualquier ciudadano de este país: vivienda
Durmiendo en bancos, cajeros, coches, ruinas o debajo un puente, siendo atacados o expulsados de sus míseros refugios, vulnerables, a la intemperie, ante la indiferencia generalizada, son numerosos los hombres y mujeres que sobreviven en la calle. Un grupo de estudiantes de Trabajo Social junto con el Colectivo Mar de Niebla han querido forzar una mirada sobre ellos, llenando Xixón de figuras de cartón con su respectiva historia.
Así leemos, por ejemplo, la historia de Lucia, que con 43 años , después de dejar atrás un matrimonio «difícil» vive en una casa abandonada, sin agua ni iluminación, mientras sus hijas viven con la abuela; o la de Jose Antonio, trabajador autónomo durante años, que acaba viviendo en su coche en una ciudad extraña. Vidas ajenas con mensaje para todos.
De los 255 sin techo gijoneses, más de dos tercios (169) son varones, frente a 61 mujeres.
La mayoría tienen entre 46 y 65 años, una edad en la que es complicado encontrar trabajo, más aún viviendo en estas condiciones. Nueve de ellos tienen más de 65 años y 41 entre 19 y 45. En contra de lo que se cree, nada más uno de cada diez tiene origen extracomunitario.
El 86% de estas personas no tienen ingresos o estos son inferiores a 450€, pero es destacable el 14% que vive en la calle a pesar de estar cobrar prestación por desempleo: sencillamente,no alcanza.
El programa Eslabón, de Mar de Niebla, no solo visibiliza el problema, sino que dan atención y apoyo a las personas que no tienen hogar o lo tienen muy precario. Con esta acción concreta pretenden «captar la atención y tratar de hacer palpable una realidad ante la que nunca nos detenemos, en una sociedad que invisibiliza aquello que no quiere ver».
Nuria Prendes
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