El proyecto Llabana 1, aprobado por el «Principado» a la empresa pública Hunosa y Volta en el año 2017 afectaba a 37.314 hectáreas y once concejos
Los permisos de investigación concedidos a Hunosa y a los que esta empresa acaba de renunciar permitien la busqueda de gas natural de difícil extración, ello es, que en lugar de estar en grandes bolsas bajo el suelo está repartido en burbujas de pequeño tamaño que es preciso romper para su extración. Para ello se provocan microfracturas, inyectando a presión miles de toneladas de agua mezclada con arena y añadidoss químicos, proceso que conlleva grandes impactos ambientales.
Por un lado, la contaminación de descomunales cantidades de agua, por el otro el riesgo que implica para la estabilidad del subsuelo, unido a la gran inversión necesaria y la breve vida de estas explotaciones que viene mostrando en todo el mundo su inviabilidad económica, ha llevado a su prohibición en algunos países y a un control muy fuerte del mismo en otros. En Asturies algunos concejos se declararon antifracking, cuestión que el «Principado» (con el PSOE al frente, uno de los más firmes opositores a nivel estatal») parece ignorar, al continuar concediendo permisos para esta practica.
Los once concejos que pueden felicitarse por la paralización por parte de Hunosa de este proyecto son Uviéu, Sariegu, Bimenes, Llaviana, SMRA, Llangreu, Mieres, Al.ler, Lena y Ribera d’Arriba. Muchos de ellos ya habían expresado su disconformidá con el mismo, presentando hasta 143 alegaciones que no fueron consideradas.
Nuria Prendes
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