Las situaciones de necesidad en el concejo crecieron más del 91% en los últimos nueve años y para el curso que entra cerca de 3.000 chiquillos gijoneses dependerán de las becas comedor para comer
Echar una mano a la conciliación laboral, garantizar una comida diaria a los colegiales de familias en dificultades económicas -el 21% de la población asturiana- y atender a los menores con «carencias de atención familiar»: esas son las funciones que, durante el curso, cubren los comedores escolares del concejo a través del programa municipal de becas.
Los beneficiarios, 2.794 alumnos de infantil y primaria, suman un 91’6% más que en el año 2.010 y para el año que entra hay reservada una partida de 2’3 millones de euros que se repartirá entre los más de 3.000 solicitantes, lo que duplica ampliamente las 1.458 concedidas hace nueve años. 181 menores han recibido también beca de Atención Temprana, que atiende a los pequeños desde que las 7:30 la mañana, dándoles el desayuno. Aunque no contamos con la cifra exacta, muchos de ellos siguen almorzando en colegio dentro del programa de campamentos «11×12»
Las condiciones económicas para recibir una beca comedor incluyen que los ingresos anuales por miembro de la familia sean inferiores a los 3.000 euros -unos 250 al mes- o que dependan completamente del salario social y ayudas municipales. En lo que se refiere al baremo social, puntúa que los progenitores estén desempleados o que se trate de acogimiento familiar o situación de desprotección.
Por ahora el servicio de comedor se suspende al llegar a la enseñanza secundaria, aunque varios partidos lo contemplaban en sus programas, por lo que en teoría debería estar trabajándose en ello para los cursos venideros.
Nuria Prendes
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