Viajar por Asturies tiene coste extra: el peaje del Güerna, las calamitosas comunicaciones por carretera -internas y externas-, los vuelos más escasos, los trenes menos eficientes… y completando el cuadro que dificulte la movilidad, la gasolina y el gasóleo más caros del Estado
Del precio de cada repostaje, la mitad va para impuestos, otro 12 % para logística y comercialización y nada más el 36% para el coste de la materia prima. El 2% restante es el margen bruto para el mayorista. De los impuestos, apartamos el estatal (40,7 céntimos por litro para la gasolina y 30,7 para el gasóleo) y «el Impuesto Especial Sobre Hidrocarburos», que ha entrado en vigor el pasado 1 de Enero y que, con 7, 2 céntimos más por litro de combustible, se suponía que los iba a igualar precios en todo el estado. A estos se les sumará pronto el polémico impuesto al diésel impulsado por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera,que subirá en 14 céntimos el precio el gasoil.
La parte variable es la que lleva a Asturies a estar a la cabeza de los lugares más caros para repostar: de Diciembre a aquí gana posiciones, quedando en el primer puesto de la Península, con precios de alrededor de 1,389 y 1,295 euros por litro para gasolina y gasóleo respectivamente -precios que varían hasta 0,05 €/l en función de la ubicación de la gasolinera-
La explicación oficial, la geografía misma asturiana, que dificulta el reparto, ese 12% de comercialización y logística que sube en Asturies un pico perriba de otras laderas de orografía bien semejante. Escarbando un poco nos encontramos con que ni medio metro de los más de 4.000 Km. de oleoductos que recorren el estado pasa por Asturies, siendo así que los combustibles entran por vía marítima, por el Puerto de El Musel, subiendo los costes, lo que explica la similitud de precios con la comunidad insular, las Baleares, la única donde se superan los precios asturianos.
Nuria Prendes
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