La ceremonia de inaguración continuó a pesar de las protestas, entre trajes y corbatas, canapés y parafernalia, blindados sin duda por la tranquilidad que da el poder subirse sueldos a voluntad, mientras en el exterior los chalecos amarillos, los pensionistas, los trabajadores en lucha, los desempleados, y en resumen el Pueblo Asturiano reclamaba una vida digna
A las seis de la tarde varias personalidades del entorno político y empresarial se han acercado a la FIDMA para inagurar con su presencia la 63 edición de este evento. A la entrada se han encontrado, como viene siendo costumbre en las últimas ediciones, con representantes de decenas de colectivos descontentos con su gestión.
La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones María Luisa Carcedo, el presidente del «Principado», Adrián Barbón; la alcaldesa de Xixón, Ana González, y el presidente de la Cámara de Comercio de Xixón, Félix Baragaño, han sido recibios a las puertas de la Feria Internacional de Muestras de Asturies por cientos de personas de diversos colectivos que, con sus pancartas y su voces les recordaron las promesas incumplidas, los derechos negados, los trabajos perdidos, la falta de libertad y la precariedad laboral y vital que se padece en el país.
Como también es costumbre, la presencia policial y las vallas dificultaban el contacto directo de los ciudadanos con sus gobernantes, manteniéndolos alejados e impidiendo el acceso a la explanada de entrada a la Feria, lo que no ha sido óbice para que las voces de los allí concentrados llegasen con claridad a sus destinatarios: la ley mordaza, las reformas laborales con su consiguiente pérdida de derechos, los ERES, cierres y privatizaciones, la emigración, la precariedad laboral… demandas ante los aludidos no realizaron el más mínimo gesto, ignorando completamente a los presentes.
Nuria Prendes
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