La desprotección del patrimonio asturiano lo hace presa fácil para ladrones a la busca de restos arqueológicos
El yacimiento del castro de Antrialgo, en Piloña, presenta señales de haber padecido un expolio, en el que se han movido piedras de su lugar original y probablemente se han llevado piezas de valor, a juzgar por los «agujeros sospechosos» encontrados por los investigadores en una reciente visita al yacimiento. La fecha del mismo es complicada de precisar, ya que la zona había sido documentada hace aproximadamente un año y no había sido nuevamente visitada hasta ahora, al inicio de la segunda campaña, sin que se instalaran entre tanto las medidas de protección adecuadas para evitar el expolio.
Faltan las piedras que parapetaban la tapia en una de las estructuras, aunque los investigadores afirman que «no hay daños significativos»; pero se muestran preocupados por la evidencia de la entrada en el yacimiento de personas no autorizadas. Otro de los indicios de la entrada de gente en el castro está en la aparición de agujeros, sin que pueda fijarse si de ellos se han extraído o no piezas.
En el castro se han encontrado restos de diversas épocas: aunque la construcción es preromana en sus alrededores han aparecido restos de vajillas medievales y de otras dos construciones más nuevas, aparentemente defensivas.
El robo de restos arqueológicos es una práctica más habitual de lo que podría parecer, como puede comprobarse mirando sencillamente en internet, donde pueden encontrarse a la venta piezas de diversas épocas y valores, sin documentar su procedencia, con lo que se está robando al conjunto del pueblo asturiano el camino para conocer más a fondo las propias raíces.
Redaición InfoAsturies
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