Alrededor de 1.300 mujeres precisan protección en Asturies y la cifra se incrementa diariamente con dos o más casos nuevos, mientras las casas de acogida se encuentran ocupadas al cien por cien
Contar con un lugar a donde ir es una condición importantísima a la hora de dar el paso de alejarse del agresor: una llamada al 112 o al 016 redirecionará a la víctima de modo anónimo a la Casa Malva, donde será atendida por un equipo de expertas y acogida en una de las viviendas habilitadas para ese fin. Asturies cuenta con 3 casas de acogida y 20 pisos tutelados, repartios entre Xixón, Uviéu, Avilés, Castrillón, Valdés y Llangréu. Todos ellos están ocupados este verano al cien por cien, con más de 80 unidades familiares (mujeres con los sus hijos y/o personas dependientes a su cargo) refugiadas en ellos. La residencia en estos centros es temporal, como paso previo a una vida independiente y segura, pero aún así hay momentos del año (como ahora) en los que no un alcanza a cubrirse la demanda.
En total 243 mujeres y 213 menores han precisado vivir en algún momento en una de estas viviendas a lo largo el año pasado, pero no todas han presentado denuncia contra su agresor: un inquietante 30% rehusa acudir a la policia en busca de protección o justicia.
De entre las 70% que presentan denuncia, son cerca de 1.300 los casos activos ahora mismo en Asturies, un cómputo total que se acerca a las 12.000 mujeres desde el 2.003 -cuando comenzaron a hacerse públicos los datos-. No todas tienen el mismo nivel de protección, que va desde el encarcelamiento del agresor, hasta el simple seguimiento del caso, pasando por la pulsera de detección -para asegurar el alejamiento- o la protección integral de la víctima, en función del grado de «riesgo percibido».
De acuerdo al último informe de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, las cifras crecen rapidamente y las casas de acogida no dan para más, mientras los casos reconocidos por el «VioGen» suman 2 o más mujeres con necesidad de protección cada día: un total que ronda los 1.300 casos activos a día de hoy y un cómputo total de cerca de 12.000 mujeres desde el 2.003, cuando comenzaron a hacerse públicos los datos.
Resalta la vulnerabilidad de las extranjeras: la proporción de agredidas de otro país, el 30%, es mucho mayor que su presencia en Asturies. La media de edad está en los 35 años, pero va bajando, siendo tanto los agresores comu las víctimas cada vez más jóvenes; de hecho entre los casos con seguimiento en Asturies hay 10 menores protegidas de entre 14 y 17 años. Las más ancianas tampoco se libran: 38 agredidas tienen 65 o más años.
Llucía F. Marqués
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