Después de recoger 27 kg de basura y una bolsa de piedras de carbón, la playa sigue en lo fundamental sucia

La limpieza de la playa Peña María-Xivares no dió de si tanto como podía temerse “nada más” 27 kg de plásticos, filtros, cuerdas, latas y otras basuras, además de una bolsa llena de piedras de carbón. Atrás ha quedado un arenal aparentemente limpio, pero que al acercarse se ve pintado de una a otra esquina con manchas negras.

No es necesario ir muy lejos para intuir su origen: levantando la vista damos con el depósito de carbones, montañas de carbón traído por mar -por que el asturiano contamina, que por eso cerramos las minas- y amontonado a la intemperie. El aire por encima de las toneladas de carbón es grisaceo, aunque no sopla el viento, es fácil intuir que pasa con las nubes de carbón nada más que tira el aire.

No es solo eso, los barcos pierden, en su camino al desembarco, piedras que van a la costa y se deshacen de a poco; podría decirse que la de Peña María es una arenera combustible, en función de la cantidad de mineral.

Todo ello sin contar el colector que desemboca en la arena, literalmente un río de mierda directamente vertido a los pies de los bañistas.

Otra cosa que se encuentra por el camino, por toda la playa, son animales muertos, cangrejos, especialmente, pero también algún centollo y pez.

“Para el sistema capitalista esta playa, el paisaje asturiano, Asturies, lo mismo que los asturianos, no somos más que recursos empresariales, materiales que utilizar o rechazar en función de que seamos o no necesarios para su intereses económicos. Aquí exigimos, no solo la implicación del gobierno en la limpieza de la costa y en el control de contaminantes, sino la creación de puestos de trabajo, dignos, pero que no un impliquen daño a nuestro entorno. Sabemos que es posible.” Ha Declarado Llucía Fernández, una de las participantes en la limpieza, en representación de Andecha Astur.

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