Los trabajadores convocan esta huelga reclamando una subida salarial, concretamente de 39 euros, para paliar los tres años que lleven sin convenio tras la traición e inacción de los grandes sindicatos, a los que acusan de ignorar los acuerdos tomados en asamblea al dejarlos sin respaldo de ningún convenio, excluyéndolos del general sin negociar uno propio. Acusan también a la Administración Pública Asturiana de desentenderse del conflicto
Los 221 trabajaores, la mayoría mujeres, de los 21 Centros de Día de Astureas estaban vinculados al Convenio de Ayuda a domicilio y servicios afines, siendo la parte débil de un convenio amplio y heterogéneo que regula actividades diversas y en el que tenían poco peso por ser un número mucho menor que los trabajadores de otras de las actividades contenidas en ese convenio. El conflicto surgió con la aprobación del convenio colectivo suscrito en 2014, en el que se aprobó una rebaja de su salario en 20 € mes, con la oposición de los centros de día, pero sin que su voto fuera suficiente para frenar la bajada.
Los Centros de Día comenzaron entonces a exigir un convenio colectivo que les represente con sus peculiaridades, con un marco regulatorio propio y justo en el que tener voz y voto, algo que fue aprobado mayoritariamente por los trabajadores en las dos ocasiones en que se les propuso, abriendo una mesa de negociación para su creación y especificando siempre que se mantendrían las condiciones del convenio general entanto el propio llegaba a ser un hecho.
En el 2017 se la votó salida del convenio en las condiciones pactadas, pero, en lo que para los trabayaores es una traición de los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) fueron excluidos completamente del convenio de Ayuda a Domicilio, sin mantenerse las condiciones pactadas en asamblea e incumpliendo lo que los propios sindicatos habían informado como pactado.
La consecuencia es una congelación de las condiciones, ya malas de por si, el 2017. Llevan más de tres años sin incrementos salariales y la empresa sigue sin sentarse a la mesa de negociación que se les propuso en el 2018.
En la situación actual, la patronal se niega a un Convenio colectivo propio, pero al tiempo rehusa negociar entrar en condiciones flexibles en el convenio estatal. La única opción que se les ofrece a los trabajadores es volver a la situación inicial y a un convenio en el que no un tienen voz ni voto, opción apoyada por UGT y CCOO. Por todo ello los trabajaores consideran que la huelga es su único recurso.
Los días convocados para la protesta fueron el 5, 6, 13, 20 y 27 de noviembre y los tres primeros parones ya han tenido consecuencias: el boicot por parte de los directores de los centros y la decisión de la empresa de paralizar el pago de las nóminas, además de un acuerdo de reunión de la administración con el comite de empresa (compuesto por los mismos sindicatos que han pactado la traición que los trabajadores denuncian) en la sede de Bienestar Social, en la que exponer posturas.
Se mantienen las jornadas de protesta convocadas para hoy y para el 27, con concentraciones a las 12 del mediodía en la calle Martínez Marina, en Uvieu.
Llucía F. Marqués
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