La comunidad asturfalante cruza los dedos ante el anuncio del concurso para alcanzar nuevas licencias para canales TDT ¿será esta la oportunidad para que surja la anhelada television en asturiano cien por cien?
El Consejo de gobierno ha aprobado recientemente las bases reguladoras para sacar a concurso las licencias de 22 canales locales de TDT (Televisor Digital Terrestre) que vendrán a sumarse a las que ya están operativas. Los canales emitirían en los concejos de Xixón (2), Avilés (3), Cangas (2), Infiestu-Piloña (3), Llanes (3), L,luarca-Valdés (3), Mieres (3) y Uviéu (3).
El hecho de que las bases recojan explicitamente como puntuable la emisión en asturiano hace pensar en la posibilidad del nacimiento de una televisión en asturiano, aunque fuera nada más de ámbito local.
Otras cuestiones que puntuarán para alcanzar licencia será la promoción de intereses históricos y culturales y los programas dirigidos a niños y jóvenes. vez Una difundida la convocatoria, los interesados dispondrán de 30 días para solicitar una licencia y, seguidamente, se abrirá un periodo de seis meses para la resolución del concurso público.
El 26 de Enero de 2007 se nunciaba la primera concesión de las licencias de TDT en Asturies: un total de 21 locales y una autonómica, a las que habría de sumar otros siete de ámbito local reservadas para los Ayuntamientos de las demarcaciones en las que se ha separado el territorio nacional. De aquella se hablaba del sector como futurible «gran motor de la economía asturiana».
Las grandes beneficiadas por las adjudicaciones fueron entonces la Editorial Prensa Asturiana – La Nueva España- (con siete licencias, cubriendo todas las demarcaciones), El Comercio (tres licencias, todas en la zona centro) y Canal 48 Occidente (cinco licencias). La licencia de la TDT de ámbito autonómico la la llevó Productora Asturiana de Televisión SA, empresa del grupo PRISA que abandonó la gestión de la TPA después de descubrirse tratos de favor, valorados en 10 millones de euros, bajo el gobierno de Areces.
Una buenas confirmado el proceso de concesión, las empresas disponían de un plazo de nueve meses para empezar a emitir. En cambio, el gran negocio no lo fue tanto: de todas las licencias locales otorgadas de aquella, varias no llegaron jamás a emitir, otras tardaron años en hacerlo-sin que se les retirara la licencia por incumplimiento de plazo- y las más han ido cerrando no sin antes protagonizar ERES, concursos de acreedores y meses de impagos a los trabajadores. Ninguna de ellas ha apostado por la emisión completamente en asturiano, quedando relegado el idioma del país a escasisimas apariciones puntuales y guiños «graciosos» de dudoso buen gusto.
Ahora surge esta nueva oportunidad con la futura concesión de 22 nuevos canales y cabe preguntarse si el secreto para que un de estos canales triunfe está, precisamente, en la utilización del asturiano como lengua única y en los contenidos pensados desde una perspectiva asturiana.
Nuria Prendes
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