Estas certificaciones, que podrán ser valoradas en los procesos de reconocimiento de méritos que se gestionen desde la administración asturiana, empiezan a desarrollar, con más de veinte años de retraso, el artículo 11 de la Ley de Utilización y Promoción del Asturiano
La buena acogida de la prueba de nivel intermedio B2 de certificación de asturiano, adaptada al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, con cerca de 800 iscripciones en su primer convocatoria, muestra el fuerte interés de los asturianos por su lengua.
Aunque los niveles de conocimiento son cinco, yendo desde el conocimiento básico hasta el grado experto (A1, A2, B1, B2, C1), este año nada más se ha ofertado el examen para el nivel B2, y con solo 500 plazas. Las personas que han quedado afuera de convocatoria no saben cuando tendrán otra oportunidad para presentarse, ya que el gobierno ha anunciado que «convocará esamen al menos una vez al año para por lo menos uno de los niveles», información poco precisa que podría indicar un segundo examen en el 2020 o una espera de cinco años hasta que vuelva a tocar el nivel de competencia Intermedio B2.
La escasez de las plazas convocadas deja a alrededor de 300 inscritros fuera de la convocatoria 2020. Las admisiones se han concedido en función de los apellidos, decidiéndose la primera letra -que ha resultado ser, muy apropiadamente, la equis, en orden de «z» a «a»- con un sorteo.
Los matriculados pueden comprobar desde ayer si se encuentran entre los admitidos a la prueba o si deben esperar a la siguiente convocatoria, consultando el enlace de Educastur, con su DNI y el código que se les ha enviado previamente en su dispostivo móvil, o mirando con ese mismo código en las listas que están expuestas en los centros de inscripción. Los afortunados deberán presentarse en el IES Aramo o en la Facultad de Formación del Profesorado e Educación de la UNIOVI, en Llamaquique.
Nuria Prendes
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