Las últimas noticias que he encontrado hablan de 107 contagios en Asturies. No es fácil de informarse porque la prensa asturiana recoge las cifras de España en titulares y las de Asturies en medio el resto, sin destacar y, según he comprobado, con números diferentes según el periódico. Sin embargo, la historia que os cuento hoy da que pensar sobre la veracidad de estas cifras y sobre lo estricto de la gestión de la pandemia. Con todo mi respeto a quienes trabajan en esto, que no pueden ser culpables de la falta de medios y la mala organización de sus superiores
En primer lugar, no me riñais, se que ayer no escribí. Ya os estoy oyendo susurrar “será por falta tiempo…” con morros de a un metro. Pues sí, por falta tiempo, o ganas, o que se yo. Cuesta hacerse a la idea de pasar quince días en una casa de 47 metros cuadrados con tres crios, un gato y un pez; ayer lo dedicamos a la organización e intendencia. La de cosas que pueden llegar a ocurrísenos, no nos dará tiempo a todas.
Pero a lo que iba, la crónica del fin del mundo. Si no un leisteis Coronavirus I y Coronavirus II estais a tiempo.
La historia que os voy contar, aunque la escribo en primera persona, no es mia -lo aclaro para no preocupar a nadie- pero sí de alguien que conozco lo bastante comu para no un dudar de su veracidad.
Día 1. Malestar,tos, dolor muscular, ahogamiento. Mierda , a que me va pillar a mí el bicho.
Día 2. 38’5 de temperatura. Será que si que me ha pillado. O eso o una bronquitis del quince, porque nopuedo respirar.
Día 3. No puedo esperar más, es el bicho seguro. Llamaré. Pero como soy una persona concienciada no voy saturar el uno uno dos, que en las redes insisten en que usemos los teléfonos específicos para el tema. No lo encuentro. Bueno si, encuentro el de Andalucía, el de Madrid y el de Murcia. En mis grupos de wasap han compartido también un par de ellos, pero son de Euskadi y de no se donde más. Nada, que llamo a emergencias.
– Buenas. Que tengo los síntomas del coronavirus…Todos, si. ¿Qué hago? ¿Que no salga de casa? vale. Oiga, es que vivo con una persona de altísimo riesgo… ya, que estais saturaos. Que me va llamar un medico a lo largo el día, que tome paracetamol y que no se me ocurra acercarme a nadie. Pues vale.
Díe 4. No me llama el médico y esto no pasa. Aviso en mis grupos del was, en el trabajo y a conocidos. Se lo digo claro: aún no un se si es una bronquitis u otra cosa, iré informando.
Díe 5. Sin noticias del médico. Llamo otra vez. La voz que me replica está cansada y un poco hasta los huevos, normal. Repito la información, pero en este caso la respuesta es bien otra
– ¿Ha tenido usted contacto con algún enfermo confirmado?
– Qué yo sepa no.- Pase el fin de semana con 25 chiquillos de toda Asturies, así que es difícil de saber-
– Entonces haga vida normal, no se preocupe. Si no mejora llame otra vez.
A ver como hago yo vida normal con esta fiebre. Si lo se voy al centro de salud y a tomar pol culo.
Dia 6. Voy a salir a comprar, no hay otra, algo habrá que comer y dicen que mañana cierra todo. Hago pacientemente la interminable cola, con el carro mediado de cosas que no un suelo comer: hamburguesas veganas, comida china, mermelada y brécol, lo que quedaba en las estanterías; y una caja de sidra, por si esto se alarga.
La gente me mira mal cuando toso y estoy por soltar el aliento a la de adelante para que me dejar pasar primero: lleva tal cantidad de papel del culo que da que pensar. Me contengo.
Die 7. Vuelvo a llamar: estoy peor. Que mandarán el medico por casa para hacer pruebas. Que no me mueva.
Díe 8. No mandan al medico
Die 9, hoy. Llamo otra vez al 112. Primero recibo una bronca porque, ahora si, hay un número específico para el Coronavirus Asturies. Vale más tarde que nunca. En el número nuevo (984 100 400) , vuelven a hacerme todas las preguntas. Si, cierto, tengo todos los síntomas. Pero eso da igual.
– Veremos, ¿pero usted ha estado con algún enfermo confirmado?
– No, que yo sepa.
– Entonces está sano. No hay más que hablar. Siga las instruciones generales y si ve que se ahoga mucho vuelva a llamar. Adios muy buenas.
Y así, seguimos para bingo.
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