La reciente medida de controlar los movimientos de la ciudadanía a través de su móvil, anunciada como excepcional para el control de posibles desplazamientos ilegales durante la pandemia, ya se había puesto en práctica hace menos de medio año, en un ensayo tan oportuno como difícil de justificar
El BOE del 28 de Marzo 2020 recoge la puesta en marcha de un dispositivo de control por geolocalización a través de los teléfonos, una medida controvertida y que para muchos vulnera el derecho a la intimidad de los ciudadanos. Los datos se recogerán a través de la red móvil, no de los satélites, lo que hace inutil apagar la ubicación del movil.
La medida, que viene acompañada de una aplicación de información y autoevaluación del coronavirus para hacerla más atractiva, es controvertida, por cuanto supone la implantacion de un control de los movimientos de la población y una vulneración de su privacidad, sentando uno precedentes que podían normalizar esta vigilancia y alargandose en el tiempo tras pasar el periodo de confinamiento.
Sin embargo, el sistema no es nuevo en España: del 18 al 21 de noviembre y sin informar directamente a los afectados, tres compañías telefónicas (Telefónica, Orange y Vodafone) han aportado al INE datos sobre los movimientos de sus clientes, proporcionando información sobre la posición de los móviles entre las 12 la noche y las 6 de la mañana y desde las 9 a las 18:00, en dies laborales, y las 24 horas en festivos y vacaciones, incluyendo en esta categoría los días de Nochebuena y Víspera de Reyes.
Nuria Prendes
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