A pesar de que el SESPA anunció que los afectados por el Coronavirus en la Cuenca el Caudal y en el Oriente asturiano, la escasez de enfermeras impide la apertura de su UCI
La falta de previsión, los recortes de los años previos y por encima de todo, la emigración forzada de trabajadores titulados en las últimas décadas, hacen difícil cubrir la repentina demanda de enfermeras y médicos
La reclamación de una UCI para el hospital mierénse viene de lejos, ya en el 2018 se reclamaba la necesidad de una Unidad de Cuidados Intensivos, por mor de la alta tasa de envejecimiento en la zona. En cambio, esta petición había quedado desoida y los enfermos graves continuaron teniéndo que ser trasladados al HUCA.
Ahora, en plena cris del Coronavirus, la Consejería de Salud anuncia que los afectados de la cuenca el Caudal y del Oriente asturiano serán atendios en el HVAB, pero los medios existentes en este hospital hacen de hecho imposible cumplir esa planificación. No existe UCI y, aunque hay la intención de arreglar una Unidad en versión expres -para ello reservan diez camas- los recortes de personal de los últimos años lo hacen imposible.
Faltan entre 15 y 18 enfermeras para poder poner en marcha una UCI y el Sindicato de Enfermería SATSE ya denuciara previamente la falta de personal, incluso para cumplir con las labores usuales. Imposible plantearse aumentar a ese nivel la actividad sin contratar más plantilla. Pero aunque se están buscando enfermeras para estos puestos, las bolsas de empleo van agotándose, tras el envio de personal a las residencias del ERA.
Por otro lado, Inspeción de trabajo ha recogido la denuncia del sindicato Sicepa-Usipa por la ausencia de medidas de seguridad, falta de mascarillas adecuadas, guantes y EPIs tanto para el personal sanitario como no sanitario que trabajan en los hospitales.
Nuria Prendes
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
