La cuenta, bajo el nombre de «anti antifa asturias» y que pertenecía a un miembro del «Batallón Gijón» de los Ultra Boys, compartía retratos de asturianos antifacistes con mensajes insultantes y amenazantes
«Pasarme fotos de guarretes por privado y yo las público». Con esa inspiradora frase (falta de ortografía incluida) se presentaba la cuenta de Instagram en la que se señalaban como futuras víctimas a personas reconocidas por su historial antifacista. Con 132 seguidores, «anti antifa asturias» difundía fotografias y datos personales de estas personas, animando al odio contra ellas.
«No tengo nada en contra a que se me reconozca como Antifascista, de hecho lo tengo por orgullo y no lo escondo, ni en mi vida real ni en las redes sociales, pero es una vulneración de mi privacidad y una amenaza clara» declaraba uno de los afectados por la cuenta. En los últimos años no son raros los ataques organizados por parte de grupos de extrema drecha española, llegando a suspenderse un concierto por amenazas.
La cantidad de denuncias recibidas en un solo díe «por incitación al odio o a la violencia» han obligado al cierre inmediato de la cuenta de este personaje, que se reconocía como miembro del grupúsculo fascista «Batallón Gijón», recogido en el informe «Ultra Boys, violencia y Neonazismo en Gijón» como un de los perfiles más radicales de esta agrupación, que se escuda en la imagen de club de hinchas futboleros para propagar dentro y fuera el estadio mensajes racistas, machistas, xenófobos, supremacistas y cargados de odio.
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