La Autopista del Güerna, cuya concesión fue ampliada por Francisco Álvarez-Cascos hasta el año 2050, podría ver ampliado su plazo otros siete años y medio, muy cerca del tope máximo legal de 75 años de concesión para una autopista, hasta el 2057
La sociedad asturiana lleva décadas exigiendo la liberación de la autopista del Güerna, un auténtico obstáculo para las comunicaciones entre Asturies y España que aisla geograficamente y castiga económicamente a los transportistas y viajeros del país. Aún así, Aucalsa, la empresa gestora de la misma, será de las pocas empresas que no padecerá -por lei- las consecuencias del frenazo en la actividad económica.
Entre las medidas extraordinarias adoptadas por el gobierno de España el 17 de Marzo para hacer frente al impacto social y económico del coronavirus figura la protección de los intereses económicos de las empresas concesionarias:
«Las medidas adoptadas por el Estado, las comunidades autónomas o la Administración local para combatirlo [al Coronavirus] darán derecho al concesionario al restablecimiento del equilibrio económico del contrato», señala expresamente en el artículo cuarto del decreto ley, al aludir a los derechos reconocidos en las concesiones de obras y servicios públicos.
En consecuencia, la autopista del Huerna no podrá ser deficitaria y para ello se contemplan dos opciones: o bien recibirá más ingresos de la administración pública o se ampliará el tiempo de su concesión un 15%, lo que en este caso implica que los asturianos seguiríamos pagando peaje hasta 2057. También podría contemplarse una modificación en las cláusulas económicas del contrato, es decir, podrían subirse aún más los peajes, que ya son los más elevados del estado.
Nuria Prendes
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