La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores ha denunciado este sábado la entrada de cisternas de leche concentrada a bajo precio proveniente de otros países
La continuidad de la actividad ganadera en el actuales circunstancias es al tiempo difícil y necesaria. Las lecherias asturianas pueden abastecer a la población de productos lácteos, garantizando el suministro en el tiempo y manteniendo con vida las áreas rurales, pero la compra de productos forasteros baja los beneficios al punto de poner en pelogro la continuidad de muchas explotaciones.
La entrada de leche de los países con exceso de producción nos convierte en “sumidero de su excedentes”, algo que, según alertan los ganaderos, distorsiona el mercado interno y desploma el precio percibido por los productores nacionales, sin que ello revierta en beneficio de los consumidores finales. Esa leche, además, procede de grandes explotaciones lecheras en las que el bienestar animal no es ni a la legua tan controlado como en las asturianas.
Por tanto, exigen a la Unión Europea que intervengan para controlar el mercado lácteo europeo y al Gobierno de España y al del “Principado” que hagan un estricto control y vigilancia del destino de esas cisternas,ya que en ocasiones es envasada y vendida como asturiana, vulnerando el derecho del consumidor a decidir el origen de los productos que consume.
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