Riders de todo el mundo siguen hoy un paro para denunciar su explotación laboral, agravada por la crisis del coronavirus , y para concienciar a los consumidores
Todos los gobiernos del mundo han declarado de caracter esencial el trabajo de los repartidores de apps móviles (Deliveroo, Uber Eats, Glovo, Rappi, PedidosYa…) durante la crisis, pero para ellos no hay aplausos ni consideración: lo mismo reparten pizzas en puertas con arco iris que llevan un pintalabios de urgencia a un décimo piso. Trabajadores de Asturies, Argentina, Perú, Guatemala, España o Costa Rica paran hoy para denunciar su precarización extrema y apelar a la conciencia ciudadana en vista de la inacción de los gobiernos y la ausencia de leyes regulatorias
Las condiciones laborales de estos repartidores, la mayoría contratados como falsos autónomos, vienen siendo denunciadas los últimos años. Con la crisis actual no solo no cobran más por la peligrosidad de su trabajo, sino que de hecho algunas compañías, como la plataforma de reparto a domicilio Glovo, han bajado la tarifa base de sus repartidoras a la mitad, de 2’50 euros por reparto a 1’25.
Las empresas no entregan material de protección a los repartidores y las únicas medidas de seguridad que han recibido ha sido un video explicando como hacer entregas sin contacto, recomendando dejar los paquetes a unos metros de la puerta y no utilizar los ascensores (¿nos acordamos ahora del pintalabios al décimo piso?)
Los ciclistas de reparto son hasta ahora el único colectivo en manifestarse en el estado español bajo el estado de alarma, después de la concentración en bicis que ha recorrido Madrid el pasado 16 de Abril. En Asturies hoy será el primer día de protesta y los repartidores no estarán disponibles a lo largo todo el día, siguiendo la iniciativa internacional nacida en Argentina
La organización Riders x derechos, una de las que apoyan la huelga, ha anunciado en un comunicado su disponibilidad para aportar apoyo jurídico a cualquier compañero que sea identificado, multado o sancionado por la parte de las empresas o autoridades por ejercer su derecho a revindicar unas condiciones laborales dignas.
Nuria Prendes
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