Desde que la LOE introdujera el concepto de inclusión entre sus principios y fines. Ninguna ley posterior lo eliminó, pero tampoco lo respaldó con la inversión presupuestaria que implica
En los últimos 14 años, las administraciones educativas han legislado sobre la inclusión en diversos decretos, instrucciones, circulares e, incluso, en la formación del profesorado, tratando de crear una ilusión de equidad que ni los docentes ni las familias han llegado a creerse nunca, a falta de los recursos imprescindibles para poder garantizarla.
Durante el Estado de Alarma el alumnado con necesidades educativas especiales o de apoyo vio como su atención educativa de deterioró aún más.
Las instrucciones del curso 2020-2021 son aún menos esperanzadoras. En las mismas se incluyen una serie de modificaciones que, sutilmente, disminuyen aún más esta inclusividad.
Por una parte, hacen desaparecer incluso la referencia a los apoyos intensivos de hasta 10 horas semanales para alumnado con trastorno grave de conducta, discapacidad por autismo, discapacidad motora o auditiva, así como la posibilidad de que las unidades y departamentos de orientación de cada centro puedan dar el alta de necesidades educativas especiales al alumando que lo precise en cualquier momento del año escolar y solicitar la asignación de los recursos necesarios de manera inmediata, sin necesidad de esperar al curso siguiente. Esta última medida, que agilizaba y ampliaba la atención a la diversidad, tuvo una brevísima vigencia de apenas 8 meses, de los cuales 3 corresponden a los meses de cuarentena, por lo que no pudo ser aplicado.
Además de estos cambios a peor, desde SUATEA reclaman que se envíen los recursos (auxiliares educativas, fisioterapia y/mediación comunicativa…) a donde está el alumnado con necesidades, y no al revés, evitando crear centros en los que se concentre la atención especializada frente a otros sin recursos.
En concreto, ante la escasez de Aulas Abiertas, los nuevos alumnos con autismo se enfrentan al curso sin saber a qué tipo de centro acudirán ni con qué apoyos. Otro colectivo históricamente desatendido para el que no se prevé incorporar acciones específicas, mejorar ni agilizar la atención es el de los alumnos con NEE por Altas Capacidades.
Finalmente, desde SUATEA solicitan atención de Audición y Lenguaje y apoyo de PT para todo alumno de bachillerato y FPque lo precise, y no únicamente para alumnos con discapacidad auditiva, disartria o TEA
Es imposible cubrir todas estas necesidades sin inversión y la tendencia de atenderlas con profesorado interino convierten la atención en los centros en algo aleatorio, dependiente en cada momento del número de alumnos que cuenten con informe para recibir apoyo educativo, con lo que ante nuevas necesidades es imposible responder a ellas o siquiera identificarlas con agilidad.
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
