Andecha Astur denuncia una trama de intereses empresariales y personales que, con apoyo institucional, tiene como consecuencia la inasumible pérdida de puestos de trabajo y el desmantelamiento del tejido económico asturiano. La organización nacionalista exige al Gobierno Asturiano que garantice un plan de viabilidad para Vauste  en el que la prioridad sea la conservación de los 130 puestos de trabajo en peligro

En el 2013 solo la resistencia de los trabajadores y la fuerte movilización de toda la ciudadanía gijonesa permitió que la multinacional norteamericana Tenneco cerrara su filial en Xixón. Se puso entonces en marcha un proceso silenciado y consentido de cierre y deslocalización de la inversión que busca la ruina empresarial que justifique este cierre, proceso denunciado continuamente por los trabajadores desde el inicio el conflicto y que, según denuncia Andecha Astur, ha sido «consentido por el Gobierno de Asturies, amparado por la FADE y sospechosamente mal contestado por los sindicatos españoles (CCOO, UGT y USO)».

En el 2016 y tras las fuertes movilizaciones, el Gobierno de Asturies avaló su venta al fondo de inversión Quantum Capital Partners, que se comprometió entonces a dinamizarla y mantener los puestos de trabajo. Yá entonces se levantaron voces avisando de que el historial del grupo, rico en desmantelamientos de empresas, dejaba entrever otras intenciones.

A lo largo de los 4 años de gestión Quantum ha incumplido sistemáticamente los compromisos adquiridos (inversiones, cartera de clientes…), cuestión continuamente denunciada por sus empleados pero obviada por el Gobierno de Asturies. En el año 2019 el entonces consejero Isaac Pola- alabó publicamente la gestión de Quantum, restando valor a las protestas de los trabajadores y negando el riesgo de deslocalización.  En el mismo año, aún sin un plan de viabilidad que asegurara la carga laboral a la empresa, Vauste  es revendida al fondo de los Emiratos Árabes DSA, que a través de su marca Natural Mining Resources (NMR) repite las mismas promesas.

Meses más tarde NMR presenta un concurso voluntario de acreedores coaligado a un plan de viabilidad en el que serían despedidos entre 40 y 60 trabajadores y que plantea una bajada de sueldos del 20%; de no un ser aceptado este concurso implicaría la liquidación de Vauste.

Lejos de intervenir para proteger los derechos de los trabajadores y el ya perjudicado tejido industrial gijonés, el actual Consejero de Industria, Enrique Fernández, envía un mensaje de tranquilidad negando un cierre progresivo de la empresa y asegurando que esta «tiene futuro gracias a las medidas que el gobierno PSOE-Podemos toma en Madrid para el sector de la automoción». (¿?)

Andecha Astur denuncia los turbios antecedentes de NMR, que se define ahora como la mano liquidadora de Vauste y advierte su implicación en todas las partes de la trama el carbón. Con domicilio en Madrid, el único alministrador de NMR no tiene más experiencia que la de ser vigilante en una mina asturiana de carbón, por lo que AA intuye que pudiera ser un testaferro. Esta misma empresa ha recibido de la Autoridad Portuaria de Xixón (organismo de titularidad pública) una cesión de 10.000 metros cuadrados en los que criba carbón forastero, lo mezcla con escorias y lo revende, moviendo más carbón del que han generado en su día las minas asturianas y dejando en evidencia la falacia de las intenciones ecológicas de la «descarbonización». Los implicados en el reciente conflicto laboral de EBHI, empresa pública, denunciaban el desvío de carga de trabajo a esta concesionaria, siendo una de las posibles beneficiarias de una crisis por descapitalización en EBHI que llevaría a esta empresa pública de estiba a la privatización.

Todo este cruce de intereses, despidos y empresas sospechosas llevan a Andecha Astur a pedir un mayor control sobre lo que la llaman la trama carbonífera» y a estar atentos «por si algún miembro superior de la Autoridad Portuaria o del Gobierno de Asturies acaba, gracias a las puertas giratorias, en alguna empresa privada relacionda con el caso Vauste».

Nuria Prendes

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