Los resultados de la investigación arqueológica del castro de Alava, en Salas, apuntan a que no ha habido contacto con la presencia romana

En los últimos tiempos ha cogido fuerza la romanofilia en Asturies y en general, los investigadores que estudian el origen de la actividad minera en Asturies coincidían en considerarla consecuencia de un proceso integrador de la población propia con la romana. En cambio, los estudios más recientes, con soporte en dataciones radiométricas y dendrocronológicas obtenidas  en las minas de la Sierra de Bixega, en Balmonte Miranda, permiten adelantar bastante el origen de estas explotaciones, reflejando que las minas de Balmonte y Salas fueron explotadas inicialmente por los astures, no por los romanos, sin que se pueda documentar la relación entre ellos.

La arqueología romanófila acaba de padecer un duro golpe en una investigación parte del  «Proyecto Beriso», durante la excavación del castro de Alava impulsado por la Fundación Valdés Salas. La elección de este castro en concreto no en un es casual, su ubicación en zona aurífera hacía intuir la presencia de importantes restos romanos que dieran peso a la cacareada teoría de la fuerte presencia romana en Asturies; en cambio, los restos hallados apuntan exactamente a lo contrario: el castro fue abandonado en la segunda Edad del Hierro sin llegar a ser romanizado.

Los cinco arqueólogos participantes en la excavación no han encontrado ni un solo vestigio de contacto con los romanos; lo que si han encontrado ha sido una tapia defensiva datada entre los siglos III y IV antes de Cristo, junto con otros indicios pertenecientes a la segunda Edad de Hierro, fecha en la que tuvo lugar la aparición de los romanos. Todo parece indicar que el castro se suma a la larga lista de castros abandonados o quemados por el ejército romano en su paso por el país.

En general podemos decir que queda sobrepasada la idea de que los castros de estas zonas tuvieron su fundación en la era romana para el control de los recursos auríferos, como se repetía desde los círculos más insistentes en la importancia de la romanización de Asturies, sino que como norma general en los castros excavados en Asturies están datándose vestigios de al menos cinco siglos anteriores a la conquista romana.

Llucía F. Marqués

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