La soledad es crónica en Asturies y tiene nombre femenino. Así lo recojen los datos de la Encuesta Continua de Hogares correspondiente a 2019, hecha por el INE
Este año en Asturies ha bajado hasta los 454.500 el número de hogares habitados (200 menos que en anterior encuesta) y se espera que en 15 años el 36% de las viviendas sean de un solo ocupante. A pesar de que más de un tercio de la juventud de ente 25 y 34 años continúa viviendo con sus padres y a que crece el número de familias que se reagrupan en torno a los abuelos por motivos económicos, son ya 138.800 los hogares que están formados por una sola persona. Otros 52.000 están compuestos por un solo progenitor (la madre en el casi 90% de los casos) con uno o más menores a cargo, concentrando este modelo familiar las rentas más bajas, seguido del de las viudas.
Las 75.800 mujeres que viven solas forman el conjunto mayor dentro de este colectivo, frente a los 63.000 varones en esta situación. La principal disimilitud entre estos dos grupos es que, mientras que las mujeres que viven solas la mayoría son viudas, en el caso de los hombres que viven solos son solteros o divorciados, en general de menor edad que las mujeres solas.
En síntesis, en Asturies vive cada vez menos gente, menos familias, más pequeñas y con más soledad entre las personas mayores.
Llucía F. Marqués
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