El movimiento «Asturies nun tien Rei» está sacando a la calle el sentimiento de no pertenencia a la corona española de la mayoría de los asturianos en una serie de actos simbólicos y de rechazo que comenzaron en agosto y que han tenido su última muestra el viernes 16 de octubre, coincidiendo con la entrega de los Premios Princesa. Si algo resalta de este movimiento es su capacidad para unir en un único objetivo común a colectivos e individualidades apartadas en sus concepciones de Asturies, del Estado y de la sociedad en general, aunque todas ellas desde un enfoque asturiano de clase; pero ¿Quiénes son estos antimonárquicos? InfoAsturies entrevista a un grupo de ellos (para ver entrevistas completas, apretar en el enlace)
La primera entrevista es para Javi Cueto Álvarez que acudió a la manifestación a título personal y se siente perfectamente identificado con el mensaje «»Asturies nun tien Rei» «que resume en 4 palabras un mensaje claro»Los asturianos y asturianas no aceptaremos de buen grado la monarquía y saldremos a la calle las veces que haga falta, no se usarán nuestros impuestos para mantener una institución anticuada, corrupta y heredera del franquismo» .
Con 20 años y procedente de Villah.ormes, Javi considera que la juventud debe ser el relevo de la siguiente generación y tiene que ser quien esté a pie de calle «y no tras de una pantalla de móvil». Ha decidido ir a la manifestación tras de dudar por la situación sanitaria, pero el compromiso de la organización para con la aplicación de la normativa lo ha decidido y ha encontrado a la gente activa y animada «con ganas de demostrar que los reyes no pasearían por Uviéu como si fuera por su casa». Le gustó que al rechazo de la corona española y de la campaña de blanqueamiento que constituyen los premios princesa se sumara la reivindicación social y laboral. También destaca la importancia de la unidad por el objetivo común «ninguna organización se impuso por encima de otra».
Esta era la primera vez que Adrián Tuero, gijonés de 28 años, acudía a la manifestación como parte del Comité d’Asturies pola Amnistía, aunque ya fuera 6 o 7 años a título individual, para él es una fecha importante para la movilización y para reforzar posiciones. Empero este año al final de la misma se encontró con una sorpresa desagradable «después de la movilización contra los Premios Princesa un grupo de personas hemos sido retenidos, identificados e intimidaos por la policía local de Uviéu, por llevar un palo de bandera nos abordaron, nos quitaron el palo, pegatinas y petardos, tras de buscar compulsivamente en la mochila “hachis o marihuana”. Por el simple hecho de preguntar por que se llevaban mi cosas, uno de ellos me amenazó con llevarme detenido y con que iba reventarme a hostias. Además me han dicho que me iba a llegar una multa por desacato a la autoridad». Él sabe que eso no ha sido lo peor que les ha podido pasar: «en España no ha habido ni un solo día sin presos políticos desde 1939, sin contar a los cerca de 30.000 presos políticos de la insurrección asturiana de 1934». En su entrevista hace una interesante revisión a la situación histórica y actual de los presos políticos en el Estado y a la relación entre el sistema monárquico, el franquismo y la existencia de presos políticos.
La fuerte tradición republicana obrera y popular, junto con el descontento social y el fuerte descrédito de la monarquía borbónica son para Adrián los principales factores que hacen que la respuesta asturiana contra la monarquía sea una de las más constantes del Estado.
Para Mario Arbesú, noreñense de 42 años y miembro de la Junta Ejecutiva de Andecha Astur, la cantidad de acciones de rechazo a la monarquía y su buena respuesta se justifiquen por la fuerte tradición asturiana obrera, de izquierdas y republicana, pero también por el buen nivel de organización popular, destacando el mérito del acuerdo entre organizaciones muy diferentes que han sido capaces de generar un clima de confianza para organizar repuestas en estos tiempos complicados. Antes de esta manifestación y desde Agosto, «Asturies nun tien Rei» ha organizado dos concentraciones en Xixón, una quemando retratos del rey y otra cambiando el nombre de la avenida Juan Carlos I, y otra más en Uviéu, delante la sede de la Fundación Princesa y una campaña de pancartas y pegatinas, aunque Mario destaca la participación de la gente en la manifestación del 8 septiembre en Xixón, ocultada por los medios de comunicación.
De la manifestación del 16 de octubre, coincidiendo con los premios Princesa, Mario destaca que ha sido muy digna, aunque ha estado muy condicionada por la situación sanitaria, las restricciones, el hecho de que los premios se hayan hecho a puerta cerrada con llave y la confusión creada por la desautorización de la Delegación de Gobierno de la concentración convocada por el colectivo de la Sanidad delante de El Reconquista. Todos esos hechos habían llevado a la organización de «Asturies nun tien Rei» a convocar el día antes una rueda de prensa delante el Reconquista, a la que no acudió ni un solo representante de la prensa, en la que se iban aclarar todos estos puntos y pedir que la Fundación Princesa cancelara la entrega de Premios y el resto de actos «y nosotros así podríamos cancelar la manifestación. Pero los premios se celebraron y nosotros nos hemos visto obligados a hacer protestas. No los queremos, no queremos que vengan con impunidad y todos los reconocimientos. Vamos a seguir protestando y mostrando la nuestra repulsa».
La siguiente opinión corresponde a alguien muy joven, pero con las cosas muy claras, Andrés Fernández, de 17 años y procedente de Morcín, que acudió a la manifestación y a muchos otros actos reivindicativos en representación de Darréu, Mocedad Soberanista de Izquierda y que define el ambiente de la manifestación como bueno, aunque marcado por la entrada de Asturies en la fase 2, destacando la mucha gente joven repartida por los bloques, aunque mostrándose algo extrañado por la presencia de juventud en formaciones «españolas», destacando que el proceso de aculturización y la dificultad del asturianismo para acercarse a la gente joven pueden estar en la base de esta «españolización» de la juventud.
A Andrés estos actos le hacen sentir la importancia de no se rendir y seguir luchando «hasta alcanzar cambios reales, no solo en este ámbito, es decir respecto a la contraposición monarquía/república, sino en todos los demás que se engloban en manifestaciones como estas, como el derecho a decidir, la justicia de social, la oficialidad de nuestra lengua, el socialismo…». Finalmente quiere denunciar la «descomunal y claramente vengativa actuación de la policía local tras la manifestación».
Loli Gutiérrez, de 60 años, acudió a la manifestación desde Mieres y ha participado en su organización, como ha hecho en todos los actos contra la Monarquía «no elegida y corrupta» a la que considera una imposición del fascismo y contra la que es imprescindible implicarse. Considera que el ambiente en estos actos es bueno, ve a la gente animada y con ilusión y no duda en recordar que el Estado Republicano es el último que ha surgido legítimamente de las urnas.
Todos los entrevistados pertenecen a diversas organizaciones o acudieron por libre a los actos de rechazo, tienen edades comprendidas entre los 17 y los 60 años y acuden a los actos desde concejos distintos, una muestra a la diversidad que compone este movimiento al que nada más une una idea clarísima: El pueblo asturiano no admite ningún rey.
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