Vox pide que se anule el debate sobre una moción que beneficiaría a la hostelería por estar redactada en castellano. El alcalde, socialista, accede a incumplir la ley y retira la moción. No contento con esto, iguala en uso del asturiano en Asturies con el uso del chino ¿Asturfobia o ignorancia? que cada cual saque sus conclusiones

Ya hace dos años que la FSA-PSOE dieron la campanada de cambiar radicalmente su histórica posición anti-asturiano, respaldando, al menos de palabra, la oficialidad. Dos años sembrados de discretos guiños y brindis al aire de los que están llenos los periódicos, como la última intervención del presidentísimo Barbón, en la que dedicó al asturiano los segundos de rigor. Parece ser que en estos dos años Ángel García «Cepi» no tuvo tiempo de ponerse al día -ni siquiera viviendo en Sieru, donde lo difícil es salir a la calle y continuar inmune al asturiano- y aprender el idioma que su partido dice defender, y así no tuvo más remedio que retirar la moción sobre la normativa de terrazas, escrita en asturiano.

Digna de alabar es, eso si, la sinceridad del alcalde a la hora de reconocer su suprema ignorancia: para él, el asturiano es tan incomprensible como el chino. Pobre hombre, debe tener serias dificultades para relacionarse con sus vecinos. Nos podemos imaginar su triste desconcierto ante los carteles de los «Güevos Pintos», su angustia ante la celebración anual en su propio concejo del certamen de «Cancios de Chigre» o su desubicación al tener que buscar «el prau del Carmín». Tampoco debe de estar muy al día en lo que a legalidad se refiere, ya que su decisión de no admitir a debate la moción presentada en asturiano es contraria a la Ley de Uso y Promoción del Asturianu, del añu 1998.