Los empleados de hostelería reclaman que, aparte de compensar al sector por el cierre forzoso, se aprovechen las circunstancias para revisar convenios de hostelería y exigir el cumplimiento de la legalidad laboral, de manera que la «vuelta a la normalidad» traiga consigo condiciones laborales dignas
El de la hostelería es uno de los sectores en el que la precarización y el abuso laboral es más generalizada e incluso aceptada cómo «normal». Una encuesta realizada recientemente en la que participaron más de cien trabajadores de modo anónimo, aporta datos esclarecedores: El convenio se cumple solo en el 25% de los casos y el 75% de los empleados preguntados afirman que en su puesto no se respetan las condiciones laborales legales. El 73% se ven obligados a hacer funciones que no corresponden a su contrato. Tampoco los horarios se cumplen, el 76% trabaja por encima de lo pactado, con un 24% que suma más de 60 horas de trabajo semanales, algo que no aparece en los registros de las empresas por la extendida costumbre de falsear los registros horarios para que queden recogidas nada más 40 horas semanales. Más de la mitad de los contratos, cuando existen (el 12% reconoce trabajar en B) son de carácter temporal. Para completar el cuadro, el 51% de los trabajadores han padecido amenazas, acoso, insultos o coacciones en su puesto de trabajo y el 11% han visto como le pasaba a sus compañeras.
El impago de horas extras, la nocturnidad y el trabajo en festivos está muy extendido en el sector y cuando los trabajadores se ponen en huelga, los empresarios hosteleros no dudan en tirar de esquiroles para cubrir rápidamente la falta.
En síntesis, menos de un cuarto de los empresarios hosteleros tienen a su empleados trabajando en condiciones dignas, siendo más acusada la explotación en las zonas más turísticas y en las grandes ciudades.
Todo ello dibuja un panorama que hace comprensible la escasa repercusión que las actuales protestas de defensa del sector tienen entre sus propios trabajadores, a quienes se les hace cuesta arriba defender los derechos de quien los ignora los suyos.
Redaición InfoAsturies
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