Asturies hierve en protestas. Pequeñas, sectoriales, tranquilas la mayoría, guardando distancias de seguridad todas. La intervención de Adrián Barbón ayer en rueda de prensa no mencionó a ninguna de ellas ni anunció ningún cambio que mejore estas situaciones
El sector cultural asturiano se manifestó ayer, martes 16, en la Laboral para reclamar la reapertura inmediata de los espacios escénicos. Continúan sin comprender porqué se impide trabajar a un sector que no ha tenido ningún brote, pero que ha sido duramente castigado por las restricciones, incluso en los momentos de mayor relajación que se vivieron este verano.
Las trabajadoras del SAD de Xixón se manifestaron, también ayer, por la remunicipalización y para reclamar al Ayuntamiento el cumplimiento de los pactos. Se trata de uno de los sectores más afectados y que más necesitan extremar precauciones durante la pandemia, ya que trabajan con personas de muy alto riesgo, pero aún así están desprotegidas por una administración que se desentiende de ellas y que perpetúa durante esta crisis un trato discriminatorio que se remonta a hace más de cuatro años.
Los hosteleros protagonizaron decenas de concentraciones desde el anuncio del cierre de sus negocios. Muchas de ellas son convocadas por HCC, Hostelería Con Conciencia, la asociación que no solo defiende los derechos de los hosteleros sino que exige el cumplimiento por parte de estos de la legalidad laboral para con sus empleados en un sector en el que la precariedad es norma.
En la Cuenca del Nalón las protestas de los pequeños comerciantes afectados por los cierres se suman a la de los hosteleros, en un encierro indefinido en la iglesia de La Felguera.
Cada miércoles desde hace más de un mes, los trabajadores sanitarios de Cagüeñes arrancan unos minutos a su apretadísima jornada laboral para denunciar la enorme presión asistencial que están padeciendo, en un intento ya casi desesperado de llamar la atención ante la falta de previsión y reacción de las administraciones y contra la toma de medidas desafortunadas -como la asignación, para las UCIs, de personal sin la formación adecuada- .
Ganaderos y pescadores aún no protagonizaron ninguna protesta organizada, pero ya anuncian posibles actuaciones para reclamar medidas de ayuda por la crisis generada por el covid-19. El cierre de la hostelería y la pérdida generalizada de poder adquisitivo ha llevado a una caída de los precios de sus productos cercana, en algunos casos, al 50%.
En resumen, Asturies hierve en descontento y los distintos sectores se organizan -separadamente- para reclamar salidas a situaciones, todas ellas, difícilmente sostenibles si no se toman medidas inmediatas. Frente a ellas, el «Principado» anuncia medidas económicas risibles (pagos únicos que en muchos casos no cubren siquiera los gastos obligatorios de un mes sin ingresos) y, siguiendo en su línea de obediencia y culpabilización de la sociedad pide «contundencia en la aplicación de las normas» a policías y guardia civiles.
Llucía F. Marqués
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