La única garantía para una lengua es su Oficialidad. Esa es la respuesta unánime de la comunidad asturhablante a las declaraciones del Consejero de de Ciencia y Universidad del Principado, quien dice no tener mecanismos legales para garantizar la utilización del asturiano en TFG de la Universidad de Uviéu
Borja Sánchez ha señalado este jueves en comisión parlamentaria que “no existen mecanismos legales” para que el Gobierno autonómico pueda garantizar la utilización del asturiano en la defensa de trabajos fin de grado (TFG) en la Universidad de Uviéu.
A pesar de reconocer que la situación va en contra de la Ley de Utilización y Promoción del Asturiano, del Estatuto de Autonomía y de los estatutos de la Universidad de Uviéu, que señalan que se deber garantizar no discriminación por utilización de la lengua asturiana y que en el artículo 4 de su reglamento dice que “el estudiante podrá indicar en la matrícula, y siempre que la memoria de verificación del título lo permita, su interés en realizar el TFG en alguna de las lenguas oficiales de la Unión Europea diferente a la española o en lengua asturiana, pudiendo juntar en ese momento acreditación de su conocimiento” y reconociendo también que existen precedentes en la presentación de tesis, trabajos fin de máster y fin de grado, el consejero se remite a la normativa universitaria, que exije la oficialidad de la lengua en la que se presentan los TFG.
Ello es, para el “Principado”, si una lengua no es oficial sus hablantes no tienen derechos.
Y tienen razón. Por ello, la solución para acabar con todas estas confusiones surrealistas es sencilla y está en las manos de los propios que lo exigen como imprescindible: aprobar la Oficialidad de una vez por todas y respetar los derechos de todos los asturianos.
Lástima que Barbón acabe de cerrar esa posibilidad por un año más.
Llucía F. Marqués
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