Este sábado 6 de enero, en los Xardinos del Náutico -Xixón-, a las siete de la tarde, los asturianos están llamados a reclamar la libertad del rapero y el derecho a expresar libremente sus ideas, uno de los muchos derechos democráticos que se incumplen sistemáticamente en el estado español
La justicia española cierra filas en defensa de su Rey -Emérito, en este caso- y, en una demostración de absoluto desprecio por la libertad de expresión -que por desgracia en este estado no se puede decir sin precedentes- la Audiencia Nacional Española ha dado a Pablo Hasel un ultimátum para ingresar por su propio pie en un centro penitenciario, donde deberá cumplir una condena de nueve meses y un día de cárcel por recoger en sus canciones la ya demostrada corrupción de la Monarquía española. El rapero ya ha anunciado que no se presentará, «Yo no voy a presentarme voluntariamente porque, ante una sentencia tan injusta, lo consideraría una humillación. Ya es una cuestión de dignidad no acudir por mi propio pie a prisión, así que tendrán que venir a secuestrarme allí donde me encuentre, que probablemente será en mi domicilio», anunció Hasel en una videoconferencia organizada por la eurodiputada de JxCAT Clara Ponsatí.
Hasel descartó también irse de España para eludir la cárcel, como hizoJosep Miquel Arenas, alias Valtonyc, huyendo a Bélgica, donde está pendiente que la justicia resuelva la euroorden dictada contra él.
Los convocantes insisten en que esta encarcelación vuelve a poner sobre la mesa el doble rasero de la justicia española, que permite cualquier injuria, insulto o incluso amenaza siempre que venga por la derecha, mientras es capaz de saltarse incluso la legalidad internacional para castigar ejemplarizantemente a cualquiera que ponga en tela de juicio el status quo, amenazando su sacrosanta unidad de España o destacando los muchos privilegios de las clases más corruptas.
Asociaciones de Juristas, redes de abogacía y organizaciones de derechos humanos han alertado de todo lo que supone esta sentencia, como precedente legal de encarcelación por opinión, precisamente en un momento en el que se están planteando toda una serie de reformas legislativas que adapten las retrógradas leyes españolas a los estándares internacionales de derechos humanos sobre libertad de expresión, entre las que se encuentran la despenalización de los delitos de injurias, la restricción de los delitos de calumnias a su comisión con publicidad, la despenalización de los delitos contra los sentimientos religiosos, limitar los delitos de odio a la incitación pública a cometer delitos contra grupos vulnerables y hacer lo mismo con los delitos de enaltecimiento del terrorismo. En este sentido, los votos particulares de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo anticipan una “probable condena” a España por parte del TEDH (Tribunal Europeo de Derechos Humanos) o Tribunal de Estrasburgo, si la condena al rapero no fuera anulada antes por el Tribunal Constitucional.
Llucía F. Marqués
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.