Los estudios realizados sobre restos cerámicos hallados por los arqueólogos en el yacimiento confirman que en Álava se trabajaba la plata y el cobre entre el IV y el II antes de Cristo
El estudio del yacimiento de Álava comenzó con el hallazgo casual por parte de los vecinos de la zona el siglo pasado de varias hachas de talón que indicaron la posible presencia de un poblado en las inmediaciones. A raíz de ello, y gracias a la iniciativa e inversión mayoritariamente privada de numerosas entidades, entre las que destaca la Fundación Valdés Salas, y a través del proyecto Beriso, se iniciaron las pesquisas que poco a poco van aportando interesantes datos sobre el que puede ser uno de los escasos puntos de metalurgia con plata del noroeste peninsular.
Durante las campañas de excavaciones realizadas en 2019 y 2020 en el castro se halló un lote de fragmentos cerámicos que, una vez realizado el estudio arqueométrico en el Laboratorio de Microscopía Electrónica y Microanálisis del Instituto de Historia del C.S.I.C., corroboran la existencia de un taller metalúrgico en el que se realizaban objetos de cobre y plata durante la Edad del Hierro.
Para el estudio de los restos metálicos Ignacio Montero y Óscar García-Vuelta recurrieron a la técnica de espectroscopía de energía dispersiva por Fluorescencia de rayos X, aplicada con espectrómetros portátiles, así como microscopía electrónica de barrido, utilizando también microanálisis por energía dispersiva de rayos X, técnicas a través de la cuales se han hallado salpicaduras de plata en la superficie de los restos cerámicos, un hallazgo excepcional habida cuenta la antigüedad de las piezas y la escasez de este metal en el registro arqueológico del noroeste peninsular. El estudio aún continúa, con la esperanza de encontrar información acerca del origen de los materiales empleados.
Nuria Prendes
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