Los colegios e institutos rurales, los más afectados por el descenso de plazas escolares
Solo el último curso, la caída de la matrícula escolar en primaria y secundaria fue de 1.648 alumnos. El descenso poblacional y el continuo proceso de envejecimiento cobra sus víctimas en los servicios de educación y atención a los menores, ya que la política aplicada en la educación pública no es la de reducción de ratios y aumento de la calidad educativa, sino la de reducción de costes y aglomeración de estudiantes.
En total, Asturies va perdiendo 621 aulas de Primaria y Secundaria en las dos últimas décadas, la gran mayoría de ellas en las zonas rurales, agravando con ello el proceso de denegación de servicios que impulsa a la población, especialmente a los más jovenes y a las familias con menores, a abandonar los pueblos, lo que a su vez revierte en el cierre de más aulas.
Para la Consejería de Educación, esto no es un problema, ya que consideran que la dispersión es, junto con la caída de la natalidad, uno de los grandes handicaps para la educación en Asturies, algo que ellos justifican, no en términos de calidad educativa, sino económicos: el coste por alumno en la zona rural es hasta siete veces mayor que el de un estudiante en zona urbana, punto de vista que influye poderosamente en el cierre de unidades.
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