En 2019, la mediana del salario mensual real de los jóvenes de entre 18 y 35 años era menor que en 1980, con caídas que van desde el 26% para aquellos con edades entre 30 y 34 años hasta el 50% para los de 18 a 20 años, según el informe presentado por Fedea. La actual crisis generada por la pandemia hace esperar una caída semejante, que se sumará a la anterior
Los jóvenes asturianos replican con humor en las redes «tranquilos, el 40% de cero es cero»
La fundación de Estudios de Economía Aplicada, FEDEA, acaba de emitir un informe en el que analiza el impacto de las crisis en el mercado laboral joven, analizando datos de los últimos treinta años. El estudio muestra que cada recesión genera un receso en la situación laboral de la juventud con una reducción que puede alcanzar el 40% y que es acumulativo, ello es, que no llega a recuperarse completamente en la recuperación posterior, lo que genera una deriva negativa en las condiciones iniciales de empleo de las sucesivas generaciones.
Las conclusiones, validas a nivel europeo, apuntan a que el impacto de las crisis en el empleo joven es más acusado en zonas en las que se parte de situaciones de alto desempleo juvenil y problemas en la estructura del mercado de trabajo, como es claramente el caso asturiano.
El desempleo es uno de los factores que más influye en la caída de los salarios. Así, para los recién licenciados en un grado universitario, una subida de un punto porcentual de la tasa de paro en el año de entrada al mundo laboral se vincula una caída de la renta salarial mensual de 1’5 puntos porcentuales en los venideros dos años. El efecto del incremento del paro en los sueldos no deja de notarse hasta siete años después de recuperarse las tasas anteriores de empleo. Aplicando esa información a las crecientes cifras de desempleo juvenil asturiano se explica el encadenamiento de «crisis» y la huida de la juventud asturiana en busca de mercados laborales más apetecibles.
Nuria Prendes
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