La fortísima caída de ingresos por parte de los negocios xixoneses, unida a la negativa de la mayoría de los propietarios de los locales de reducir el coste de los alquileres está llevando a decenas de establecimientos al cierre
Es cierto que el proceso de cierre de negocios ya se había hecho notar antes de la crisis derivada de la pandemia, pero ésta ha producido un fuerte incremento de los mismos. Los cierres perimetrales, los cambios de horarios y las restricciones en los pequeños comercios han hecho insostenible la situación de muchos de ellos, que además han debido competir con el incremento de la compra por internet, un habito que ha arraigado con fuerza durante el confinamiento. Las inmobiliarias estiman en un 40% el porcentaje de locales disponibles para el alquiler, la gran mayoría libres desde hace muy poco tiempo.
Además, se puede observar un cambio en las ubicaciones de estos locales vacíos, que van avanzando desde los barrios más periféricos hasta las zonas más céntricas de la ciudad, en las que muchos cierres son en realidad traslados de sus establecimientos a locales menos caros, ante la imposibilidad de hacer frente a unas rentas ya excesivas antes de que el virus golpeara con toda su fuerza.
Alquileres de entre 2.000 y 3.000 euros y propietarios que prefieren dejar sus locales vacíos antes que bajar sus exigencias no compaginan bien con una época en la que las cifras de ingresos se han reducido a mínimos por la caída de la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.
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