Su proyecto es visibilizar y paliar las consecuencias de la crisis sanitaria sobre un colectivo doblemente discriminado, como mujeres y como discapacitadas
La asociación AMDAS LA FONTE en colaboración con la confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad (CEMUDIS), está desarrollando en Asturies un proyecto para el fortalecimiento del movimiento asociativo de mujeres y niñas con discapacidad frente al impacto de la crisis sanitaria de la COVID-19. Este proyecto se llevará a lo largo de 2021 y tiene como objetivo apoyar a las entidades para revertir algunas de las situaciones que provocan su debilitamiento e inestabilidad
La Asociación AMDAS LA FONTE es una entidad sin ánimo de lucro, situada en Xixón, que fue creada en 2001, por un grupo de mujeres afectadas por diferentes tipos de discapacidad y muy sensibilizadas por los distintos problemas que afectan a las mujeres y niñas con discapacidad residentes en Asturies
La situación de crisis sanitaria, social y económica provocada por la COVID-19 ha contribuido a debilitar las estructuras de las organizaciones de mujeres y niñas con discapacidad y ha puesto en grave riesgo su sostenibilidad económica, así como el mantenimiento de los servicios de atención especializada. «Si bien la actual crisis sanitaria nos está afectando a todos, es notable que genera un mayor impacto en las mujeres y niñas con discapacidad, aumentando la situación de desigualdad, es por ello que debemos trabajar para garantizar sus derechos y una plena participación en la sociedad, de manera que no se vean relegadas en ningún ámbito y podamos minimizar el impacto de la COVID-19 en sus vidas».
Por ello este año se han propuesto dirigir sus esfuerzos a fortalecer las redes de trabajo, para ofrecer una atención coordinada y transversal y garantizar la sostenibilidad económica de las entidades, de manera que puedan seguir realizando las actividades de atención a las mujeres con discapacidad que ofrecían de forma habitual.
Con este proyecto, pretenden visibilizar y paliar tal debilitamiento y sus consecuencias, entre las que destacan la discriminación interseccional que viven las mujeres con discapacidad, «relegadas a un plano privado, invisible ante la sociedad, pero invisible también ante los poderes públicos», su escasa protección jurídica, las barreras existentes para su desarrollo personal y profesional, o la inexistencia de mecanismos facilitadores para su participación pública y social, que dificultan que las mujeres con discapacidad desarrollen un proyecto vital propio.
Además, denuncian que los poderes públicos, el poder legislativo y los diferentes actores políticos no tienen en cuenta a las mujeres y niñas con discapacidad en sus agendas políticas, de modo que contribuyen a limitar sus opciones de participación y a su invisibilización.
Las organizaciones de mujeres con discapacidad territoriales se encuentran con grandes dificultades de financiación, debido a que no son un movimiento asociativo prioritario de atención en las convocatorias de subvenciones y ayudas.
Quieren recordar también a los contribuyentes en el inicio de la campaña de la declaración de la renta que proyectos como éste se desarrollan gracias a la solidaridad de las personas que cada año marcan en su declaración de la renta la casilla de Actividades de Interés general consideradas de interés social.
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