En esta Semana de les Lletres, Andecha Astur se reafirma en su vindicación de una Oficialidad de plenos derechos para el asturiano, y hace un llamamiento a la coherencia frente a los discursos «amables” que no pretenden más que mantener la represión lingüística y las políticas de asimilación cultural, bajo una falsa apariencia de normalización democrática

En esta entrevista, Llucía Fernández Marqués, de la Xunta Executiva d’Andecha Astur, nos da una visión de cual  es la situación lingüística actual

La Oficialidad ¿Más cerca que nunca?

Si, sin duda. No tienen más remedio. El pueblo asturiano lleva cerca de medio siglo exigiéndola activamente y no un se conformará con menos. Por otro lado, la situación de represión y negación de los derechos lingüísticos del pueblo asturiano pone al Estado español y al Gobierno de Asturies en una comprometida situación de ilegalidad, motivo por el que van recibiendo varios apercibimientos por parte de la Unión Europea.

La oficialización de la lengua asturiana está cerca ¿Porqué si no un partido como el PSOE, que lideró históricamente la represión y la oposición lingüística, iba a dar este aparente cambio de sentido y dar a entender que son favorables a la oficialidad? Porque ven que es un hecho imparable, que va para adelante y quien subirse al carro… o mejor, quieren que parezca que se suben al carro, pero de hecho, lo que hacen es trabarlo.

Hablas del PSOE como enemigos de lo asturiano…

Ellos los son responsables de que no un tengamos Oficialidad ¿No han firmado ellos un Estatuto, impuesto desde Madrid, en el que no un se reconocía nuestra lengua? ¿No han protagonizado ellos los episodios más vergonzantes de represión lingüística, reprimiendo el asturiano, apoyando políticas de disgregación/asimilación lingüística y de galleguización del occidente asturiano? Los propios ideales y argumentario que ahora son bandera de Vox, son los que esgrimía hace unos años el PSOE.

Pero Adrián Barbón es una excepción, ¿no? ¿no se declaró favorable al asturiano en su programa electoral?

Hay que mirar un poco para atrás y ver quien es Adrián Barbón. Antes de Presidente del Gobierno, Barbón ha sido Alcalde en Llaviana durante 9 años, y antes otros tres fue concejal. ¿Qué ha hecho él en esos cargos? En esos 12 años en su concejo no se vio un solo avance, ni en el social ni en lo político que pudiera hacer pensar que Barbón se enfrentaba al aparato socialista y se ponía de parte de los asturfalantes.

Adrián no es más que un personaje gris que obedece muy bien los mandados de Madrid y que sabe aprovechar muy bien las ocasiones sin dar un solo paso adelante real.

Así ha hecho en las últimas elecciones, cuando engañó a miles de asturianos con la falsa promesa de sacar adelante la Oficialidad, llegando a límites tan vergonzosos cómo que el ALLA, un organismo autónomo y teóricamente independiente, pidiera el voto para el PSOE amparándose en sus promesas y expectativas, a un año del fin de su mandato sigue dando largas y jugando con estrategias peligrosas que perjudican seriamente el panorama lingüístico.

No me extrañaría que, después de perder todas las oportunidades que ha tenido –y tiene- en su mano para hacer oficial el asturiano, las deje pasar con tal que de volver a utilizar ese gancho en los próximos comicios.

¿A que te refieres con “estrategias peligrosas”?

En primer lugar está la más que evidente cadena de promesas y retrasos que nos llevan, ahora, a finales del 2021 para “empezar a tratar el tema” desaprovechando una coyuntura única en la que contamos con 27 parlamentarios favorables para la Oficialidad, una oportunidad que podría no repetirse a corto plazo.

Por otro, la peligrosísima falacia de la “Oficialidad Amable”. La oficialidad de una lengua es un concepto jurídico, que garantiza derechos plenos a los hablantes de una lengua y las iguala legalmente a los hablantes de otras lenguas dentro del mismo estado. Ello implica cuestiones como que sea lengua vehicular en la enseñanza, que la administración pública tenga por mérito y necesidad la conocimiento el asturiano, que la acción de las administraciones públicas crezca y se exprese en nuestra lengua, que se priorice y se favorezca la convivencia social en asturiano… En cambio, lo que pretenden con esta “amabilidad” es conformar a los asturianos con una legalidad débil, que no de a el asturiano ni el estatus jurídico que le corresponde, ni derechos suficientemente reconocidos, ni futuro garantizado, culminando con ello el proceso de desasturianización y asimilación cultural en el que llevan afanados muchos años.

No queremos una Oficialidad de adorno, exigimos una Oficialidad de plenos derechos para nuestra lengua nacional, lo contrario es reírse de los asturianos y de paso incumplir todos los tratados internacionales en materia lingüística. Una reforma del Estatuto de Autonomía que nos han impuesto desde Madrid a los asturianos en la que no se recoja una oficialidad de plenos derechos no solo no sería un avance, sino que supondría un retroceso bien difícil de superar, habida cuenta de que bajo la apariencia de una normalización democrática en derechos lingüísticos, supondría la continuación de forma «amable” de la represión lingüística que padecemos en Asturies, y la consolidación de un modelo lingüístico folclorizante, sin futuro para nuestra lengua.

Para finalizr, el tercer obstáculo artificial que Barbón está poniendo al asturiano es dar voz a los fascistas de VOX en sus pataletas (no en balde tienen grupo parlamentario gracias al PSOE). Al aceptar los postulados del fascismo español cómo ciertos, entrando en el falso debate de la comprensión o no por parte de los diputados de VOX de la lengua asturiana y buscando soluciones administrativas a lo que no un es sino una falta de respeto, lo que hacen es darles espacio, aprovechando estos teóricos conflictos para ralentizar todo lo que pueden el incontenible avance de la Oficialidad.

Hablando de ellos ¿Qué opinas de la postura de VOX?

Me parece congruente. Son fascistas y españolistas que desprecian lo asturiano y desprecian los derechos del pueblo… es lo que les corresponde, se mantienen dentro su propia línea. Su encono contra todo lo asturiano pone de manifiesto que quien se opone a los derechos lingüísticos de los asturianos no es otra cosa que eso: un fascista.

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