Las medidas contenidas en el borrador para el próximo curso, que está por aprobar, tendrán que concretarse en el ámbito autonómico. Hasta ahora, la Consejería de Educación asturiana se ha caracterizado por una sumisión al dictado de las normas decretadas por el Gobierno central
Para el sindicato de enseñantes asturianos, SUATEA, ahora mismo se las dan condiciones para mantener, consolidar y avanzar en medidas como la reducción de ratios de alumnado por aula, el aumento de las plantillas de profesorado o la rebaja de las horas de actividad lectiva para el profesorado de Primaria e Infantil (como encomienda la ley).
En cambio, temen que se desperdicie esta oportunidad; según los datos publicados en algunos medios de comunicación, en el documento borrador del Ministerio de Educación se adelantan una serie de instrucciones con las que ir organizando las líneas generales en materia de seguridad sanitaria previstas para el próximo curso 2021-22.
De acuerdo a los datos que se conocen, el Ministerio se limitaría a mantener aquellas medidas que no suponen inversión y recularía, con criterios economicistas, hacia problemas previos a la pandemia. Así, disminuirían el espacio interpersonal para subir ratio otra vez a 25 en primaria, pero manteniendo los grupos burbuja y la obligación de usar mascarilla para los alumnos desde los 6 años, es decir, cargando la responsabilidad en los colegiales y recortando el gasto público en educación.
«De confirmarse estos datos estaríamos ante una oportunidad perdida de cara a garantizar un desarrollo progresivo del nuevo marco legal que introduce la LOMLOE. La retrógrada normalidad educativa, marcada por la Ley Wert, sólo podrá superarse adoptando disposiciones que dejan eliminar viejos errores y garantizan una adecuada financiación».
Las medidas contenidas en ese documento, que está por aprobar, no son cerradas, sino que hay un margen de maniobra para los gobiernos territoriales, que tienen la capacidad de concretarlas. Esto da pocas esperanzas a los docentes, ya que hasta ahora la Consejería de Educación asturiana se ha caracterizado por una sumisión al dictado de las normas decretadas por el Gobierno central.
Llucía F. Marqués
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