La anulación del Festival Aéreo de Xixón por segundo año consecutivo deja un sabor agridolce en sus detractores, dulce porque no se celebra, amargo porque no ha sido la presión social, sino el virus quien lo ha hechado abajo
El Ayuntamiento de Xixón ha anunciado recientemente que el Festival Aéreo tampoco se celebrará este año.
Año tras año el Festival Aéreo reúne buen número de voluntades a su contra. A los activistas en favor de una cultura de la paz y de la desmilitarización de Asturies se unen quienes, además, consideran una ofensa histórica el vuelo sobre Xixó del mismo ejército español que masacró a su población, quienes lo consideran una salvajada en términos ecológicos, económicos y educativos y aquellos a quienes les parece una injerencia amenazante y colonialista por parte el estado español. Sus detractores denuncian una perversa relación entre Ayuntamiento, empresas privadas y el Ministerio de Defensa.
Sin embargo ha sido el miedo a los contagios y no la presión popular la que ha frenado estos años la celebración del Festival Aéreo de Xixón. Por ello, son muchas las asociaciones que deciden mostrar su desacuerdo con el Festival, celébrese o no este año, exigiendo que se haga oficial su supresión definitiva.
Aprovechando la dificil situación sanitaria que se está viviendo, recuerdan que solo con el presupuesto dedicado a los aviones Eurofighter EF-2000 que han sobrevolado Xixón en años anteriores podrían mantenerse 25 hospitales y 27.720 camas de hospital durante un año.
Llucía F. Marqués
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