La falta de Oficialidad representa, entre otras muchas cuestiones, una importante discriminación económica frente a los demás territorios con lengua propia
El año pasado se incluyó por primera vez una partida para el asturiano en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PXE). A pesar del evidente desequilibrio de importes, que hacían irrisoria la aportación a la defensa la lengua asturiana en comparación con otras lenguas del Estado, se consideró un paso adelante, ya que hasta entonces el presupuesto alcanzado era nulo. Se daba por supuesto, y así lo anunciaron con bombo desde el “Principado” que esta asignación iría aumentando año a año para ir equiparándose al resto las academias.
En cambio, para el año 2022 el PXE vuelve a recoger una partida de 40.000 euros para la Academia de la Llingua Asturiana (ALLA). Para hacerse una idea de la discriminación, la siguiente que menos recibirá será la Academia de la Lengua Vasca, que percibirá 250.000 €, multiplicando por más de 6 el presupuesto asturiano. La Real Academia Galega y el Istitut d’Estudies Catalans, por su parte, reciben cada una 311.380 €, casi 8 veces más que la asturiana. Por supuesto, nafa que ver con los 6.827.420 que la Real Academia de la Lengua Española recibirá por limpiar, fijar y dar esplendor al idioma del reino.
Incluso la Real Academia de Gastronomía percibe más presupuesto (125.000 €) dentro del programa de investigación científica del Ministerio de la Ciencia y Renovación, del que dependen las academias.
Xicu Llamazares
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