No fue el maltrato animal ni la imposición cultural, sino el hecho de poner un nombre inapropiado a los toros torturados lo que llevó al Ayuntamiento xixonés a eliminar de su calendario los espectáculos taurinos, y tampoco es su crueldad el argumento para negar el contrato a la empresa Circuitos Taurinos, sino simplemente, que no hay obligación de renovarlo
El Ayuntamiento de Xixón deniega, como había anunciado, la prórroga del contrato de explotación y organización de espectáculos taurinos la empresa Circuitos Taurinos en la plaza municipal de toros de El Bibio que le permitía hacer uso del coso gijonés en agosto.
Reconocen que la legislación española impide prohibir las corridas de toros, por ser considerado en el artículo 46 de la Constitución que la tauromaquia es «patrimonio cultural de España digno de especial protección», pero advierten que tampoco obliga a disponer de un espacio para su celebración y por lo tanto, permite reservar el uso de la plaza para otras actividades, denegando su uso a la empresa taurina. La empresa de ocio Divertia ha manifestado que «necesita de ese espacio para su programación de verano».
Esta salida, sin embargo, deja un hueco abierto a la celebración de eventos taurinos, ya que nada impide a la empresa taurina solicitar su uso en cualquier otra época del año, concurriendo entonces en igualdad de condiciones con cualquier acto cultural, sin que se pueda tener en cuenta el sesgo sádico y españolista de esta actividad y sin que pueda aplicarse la ley que prohíbe el maltrato animal y el uso de animales en espectáculos de ocio.
Llucía F. Marqués
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.