Después de 40 años participando activamente en la lucha por la cooficialidad, como escritor, lingüista y Académico de la Llingua, Roberto González Quevedo hace en sus redes sociales una declaración en la que denuncia la intromisión de las instituciones gallegas en este debate
El debate sobre como debe aparecer la oficialidad de la lengua asturiana es amplio y profundo y en él han participado personas que nada tienen que decir y mucho menos decidir sobre nuestra lengua. Me refiero a los gallegos, por supuesto.
El resumen que Roberto Gonzalez Quevedo acaba de difundir en su Facebook -apoyado, entre otros, por Vicente García Arias- recoge una serie de consideraciones importantísimas que valen perfectamente de guía en ese camino.
En primer lugar, aunque parezca evidente, es preciso asegurar que el asturiano, como lengua específica de Asturies, debe ser oficial en todo su territorio, único camino, dice, para conseguir la continuidad de la cultura, la lengua y la identidad asturianas, siendo imprescindible garantizar también la conservación y difusión de los rasgos de las diversas zonas lingüísticas: el asturiano oriental, el pésico, el occidental o eonaviegu.
En ese punto, fruto de debate en los últimos tiempos, tiene muy claro -como lingüista- que esta variante se trata de una habla de transición, fenómeno común en fronteras, que el nacionalismo gallego hace por manipular a su favor, queriendo hacerlo suyo, olvidando a intencionadamente el carácter asturiano presente en sus rasgos. Quevedo llega a comparar la actuación de estos sectores con la política nazi del Anschluss, con el propósito de sumergir a Asturies bajo su poder «Se busca la anexión espiritual de Asturies, oscuro objeto de deseo de los sectores más acomplejados del nacionalismo gallego, que de esa manera querría saldar su sordo sentimiento de inferioridad, tal como hemos podido leer en Ortega y Gasset».
Primero identifican el asturiano occidental con gallego y seguidamente exigen la oficialidad del mismo en toda Asturies. Durante los pasados años 80 y 90, como recuerda Roberto, los representantes gallegos boicotearon sistemáticamente el acceso del asturiano a órganos europeos defensores de lenguas minoritarias, vetándolo y negándolo. Ahora que ya no pueden seguir negándolo, insiste el académico, tratan de difuminar la presencia del asturiano en Asturies, presionando para crear confusión e introducir el gallego como lengua asturiana.
Lo primero, resume, es asegurar oficialidad del asturiano en toda Asturies, así como la de sus variantes en las zonas correspondientes y que como consecuencia, en un tiempo razonable, todos los asturianos tengan la oportunidad y el derecho de expresarse en asturiano y castellano.
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